Pedro y Pablo
Dos grandes amigos, los dos socialistas de siempre; así como en todo me parecen unas enormes personas, de ésas de fiar, tienen un retintín sobre dos personajes políticos que discrepo de ellos al completo. El uno habla de Pedro Sánchez como el "guapín" o "guaperas"; el otro, del coletas refiriéndose a Pablo iglesias; todo con sorna despectiva. No me parece bien desprestigiar a las personas por su aspecto físico, ni por cómo visten o se peinan. Es más, si sólo tienen en su contra el aspecto físico, es que no hay otras razones de peso que dispongan en su contra.
Sé que Pedro y Pablo no son perfectos en casi nada, como tampoco lo somos la mayoría de esta sociedad. Pedro cometió errores, quizás inexperto y ambicioso, alcanzó un cargo que era demasiado para él, como así quedó constancia al dejarse desbancar por carcamales y barones de medio perfil, sin oponer la resistencia que le daban la fortaleza y legalidad de ser elegido en primarias por las bases (es más, los cabecillas gobiernan las comunidades más retrasadas de España, ¿querrán Susana, Vara o Fernández implantar para España el modelo de ruina y miseria de sus gobiernos?). Ahora es otra cosa, Pedro está más rodado, tiene el apoyo de los socialistas de verdad, de los que no tienen miedo a competir en las urnas, de los que quieren hacer bueno eso de la democracia interna, primarias, y derecho a decidir. Pedro puede ser guapo o todo lo contrario, pero lo que realmente importa es que tenga respeto por las bases, compromiso con los electores y con lo prometido en campaña electoral.
Pablo Iglesias tiene coleta, camisas sin gusto y playeros mejorables, pero todo eso no es más que juego interpretativo para los de marketing; lo importante es lo que representa, un proyecto que aglutina el descontento de muchos jóvenes y no tan jóvenes con la vieja política, ganas enormes de pelear contra el poder establecido, dominado por una élite especulativa que, además de la coleta, le buscarán piojos dentro de ella, para que no sea un rival al poder.
Ahora bien, aunque creo que serán dos personajes de futuro, les falta dar un puñetazo sobre la mesa y elegir a sus compañeros de viaje, de confianza total, que no se les rebelen o dejen en la estacada, como así hicieron con Pedro y quieren hacer con Iglesias, el coletas. También necesitan de una vez por todas presentar sus credenciales con un programa alternativo, serio y creíble; ya no vale vivir de la crítica a los demás; eso lo hacemos bien todos.
Tengo esperanza en ellos. Los mismos que les critican, soportan y aprueban que el PSOE apoyara a Rajoy de presidente, un personaje que no luce precisamente en nada, pero que con su cachaza gallega le hace resistir críticas y denuncias severas de corruptela, donde él estaba en todos los cotarros dirigiendo el partido y, por lo tanto, siendo responsable máximo: sobres en negro, discos duros, "Gürtel", "Púnica", Bárcenas, Rato, Blesa, Matas, Mato, Soria, etcétera, y hasta incluso mandándoles mensajes de ánimo camino de la cárcel y alabándoles en público ¡con todo eso! Este sujeto sigue y la consigue, resiste, nadie le cita ni de testigo, y hasta el rival político le apoya para que siga gobernando. ¿Alguien puede resolver este enigma de cómo este individuo consigue lo que jamás le permitirían en cualquier país democrático de nuestro entorno?
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