Adiós a la botica de Juan
Quisiera escribir estas línea para poder despedirme y poner un punto final, antes de iniciar una nueva etapa en mi vida. Quisiera tener la oportunidad de mandar un saludo y un fuerte abrazo a todas esas personas que durante tantos años han confiado en mí. Me marcho con un saco de anécdotas y recuerdos, y la satisfacción de haber conocido a gente maravillosa, vecinos y clientes que se fueron convirtiendo en conocidos y poco a poco en amigos. Más de treinta años trabajando de cara al público en el centro de Oviedo me han permitido ya no sólo disfrutar de esta ciudad y de sus gentes, sino sentirme orgullosa de la comunidad en la que vivo.
Me voy con satisfacción, pero con cierto sabor amargo y con la certeza de que las cosas se podrían haber hecho de otra manera. Pero sólo te pueden traicionar las personas en quien confías. Me voy con la cabeza alta y la conciencia tranquila, triste por tener que hacerlo contra mi voluntad, pero sin rencor. Quiero irme con una sonrisa y guardar un buen recuerdo de la tienda que hemos sacado adelante y que me ha permitido ganar el sustento durante tantos años. Esta despedida es tan sólo un hasta luego, ahora nos veremos fuera del mostrador.
Un saludo, Nieves.
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