Lamentable situación en urgencias del San Agustín
El pasado 5 de enero acudimos al servicio de urgencias del Hospital San Agustín, en Avilés, con un familiar. Dicho familiar es una persona de 93 años que se encontraba aquejado de un problema respiratorio que padece de forma crónica, junto con otras patologías asociadas. Después de permanecer más de 9 horas en el servicio de urgencias, y con escasa información por parte de los profesionales a los familiares, decidimos que la situación ya era insoportable y pedimos explicaciones. La respuesta de los trabajadores es que no había camas disponibles ni en urgencias ni en planta.
Después de adoptar una postura exigente e indignados ante el riesgo que nuestro familiar estaba pasando, realizamos una protesta de manera enérgica, a la vez que respetuosa. A los diez o quince minutos apareció cama en ambos sitios. No culpamos en modo alguno a los trabajadores del hospital, que, dicho sea de paso, son los primeros que invitan a denunciar estas situaciones tan lamentables. Pero sí tenemos claro que los responsables de estos abusos son los gestores de la sanidad pública asturiana, por la falta de previsión en un momento donde la gripe tiene su máxima incidencia, unida a una población de gente mayor. Es inaceptable este trato vejatorio e insensible hacia los ciudadanos. Si es por los recortes que faltan medios y personal, pues que metan gente y hagan el favor de no permitir que algo tan serio pueda traer consecuencias peores. Porque, claro, los señores políticos no creo que pasen por esta situación; para ellos no hay recortes. Lo primero que hacen es subirse los sueldos. Se le llena la boca a este Gobierno del PSOE de presumir de HUCA, pero ellos van a la privada porque se la pueden pagar, y no hay derecho que se sufran estas negligencias y faltas de atención poniendo en riesgo la vida de muchas personas. Por lo tanto, a quien corresponda, que coja el guante y se dé una vuelta por estos servicios de urgencias. Agradecemos al personal su esfuerzo y dedicación, pero a los gestores, sean políticos o no, les pedimos que no sigan haciendo caso omiso de nuestras reclamaciones. Reservándonos por supuesto el derecho de emprender otro tipo de acciones legales y para que no le suceda a nadie más.
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