La enseñanza preuniversitaria en Inglaterra
Consta de tres niveles, las Primary and Secondary Schools, y los Advanced (A) Levels. La primera tiene dos etapas clave, la 1 y la 2, y la segunda, la 3 y la 4. Tras ellas vendrían dos cursos preuniversitarios, los AS y A2 "levels" que darían acceso a la Universidad, sin necesidad de reválidas.
La estructura del currículo nacional consta de tres materias llamadas "core" o cardinales: Inglés, Matemáticas y Ciencias, y ocho materias llamadas básicas, ("foundation"): Arte y Diseño, "Computing", Diseño y Tecnología, Geografía, Historia, Lenguas Extranjeras, Música y Educación Física. Terminología aparte, está claro que, como en otros pagos, mandan las Ciencias en detrimento de las Humanidades. La duración de la Primaria estaría en 6 años, y la Secundaria, en 5, y hacia los 16 años el alumno acabaría con la School y podría ir pensando en los cursos A para poder graduarse en la Universidad.
Las materias "core" se cursan en todas las cuatro etapas citadas; de las otras materias, es de mencionar la de Lenguas Extranjeras, que se cursan en sólo dos de las cuatro etapas. En la etapa 2, que dura 4 años, puede ser una lengua moderna o antigua, como base de la etapa 3, que dura tres años de lenguas extranjeras vivas. En la etapa 4, que consta de dos cursos, para edades entre 14 y 16 años, no se enseñan idiomas. ¡Se nota que el inglés no necesita otro idioma que el suyo para ir por el mundo! Llama la atención que no sea obligatorio enseñar, específicamente, Literatura Universal, ni Filosofía. La enseñanza religiosa es obligada en algún curso de cada una de las cuatro etapas antedichas. Suele impartirse el conocimiento básico de las religiones más frecuentes, cristianismo, islamismo, judaísmo, budismo, hinduismo ... A las escuelas privadas confesionales nada les impide enseñar, más ampliamente, su religión. La educación sobre sexo y sobre relaciones sociales y ciudadanía es obligada sólo en la Secundaria.
Detallar el contenido de las materias dichas excede el propósito de estas líneas, pero es interesante señalar que en la enseñanza del idioma inglés se insiste mucho en la fonética, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta el gran número de fonemas ingleses, algunos muy parecidos entre sí; por eso, tal enseñanza incluye la selección de un buen número de palabras que contengan los diferentes sonidos del inglés, y que se haga observar a los alumnos las sutiles diferencias entre algunos. Este esfuerzo escolar, que no hace falta para los españoles nativos, compensa con creces a los ingleses nativos, porque su fonética es un pilar importante de la excelencia en brevedad escrita y hablada de su idioma.
Rebasado el nivel escolar, cabe seguir con estudios universitarios, para lo que hay que cursar dos años llamados A Levels (AS y A2). Los cursos suelen constar, a elección del estudiante, de tres a cinco asignaturas, entre las 80 a elegir, tan distantes como Hebreo Bíblico, Matemáticas, Filosofía (¡ya era hora!), Danza, Literatura Inglesa, Estudios de Ocio... Se echa de menos, por ejemplo, tanto en la escuela como ahora, la existencia de Literatura Universal. Estos dos cursos A van ya muy orientados hacia carreras específicas. La calificación más alta en cada asignatura es A*; le siguen A, B, y así hasta la F, la más baja dentro de los aprobados. Para tener garantía de que te adscriban a una determinada carrera y una determinada Universidad, lo ideal es tener A* A* A*, le sigue A* A* A, etcétera, preferentemente en materias relativas a la carrera deseada, y valorando los dos cursos A. Cada Universidad es libre de admitir solicitudes y adjudicar las plazas. Se tienen también en cuenta las notas de la Enseñanza Secundaria, el contenido de un breve escrito de presentación ("personal statement") del candidato explicando actividades y cualidades extracurriculares y, en su caso, una entrevista. Los extranjeros, como un español, pueden también concurrir a la enseñanza universitaria en Inglaterra correlacionándose el valor de sus notas con las del esquema inglés.
En la Universidad, el coste general de la enseñanza ronda las 9.000 libras (unos 10.500 euros) por curso, a partir del año 2012, pues antes era de sólo 3.000. Pero si no se es de familia muy pudiente, el Estado presta el dinero hasta que el graduado alcance un salario de al menos 21.000 libras al año, y le va descontando un 9 por ciento al mes de su salario. Si pasan 30 años, la deuda queda saldada, aunque no se la haya devuelto toda o en parte. También caben préstamos para los gastos generales del vivir, o subvenciones o becas, según los recursos y méritos del estudiante, que no hay que devolver.
El problema básico de la enseñanza es el mismo que en España: el que desde los 13 o 14 años el niño va dirigido hacia un tipo de conocimientos especializados, en detrimento de la cultura general. En España tuvieron suerte aquellos niños a quienes les tocó empezar la Primaria y la Secundaria, hace dos o tres generaciones, pues entonces adquirían una cultura integral, sin detrimento de que en los diez años de escolaridad siempre se cursaron Matemáticas, Lengua y Ciencias, pero también se estudiaron ampliamente Literatura, Geografía e Historia Universales, Filosofía y demás. Hoy no es el caso, ni aquí, ni allá, ni acullá.
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