Educación pública y libertad
Únicos, nacemos a la soledad del mundo tras las impregnaciones en el útero materno. Solos, comenzamos la búsqueda de satisfacer al futuro. Únicos y solos, buscamos respuestas a nuestro desconocimiento. Es un diálogo continuado entre el yo y el tú hasta que salimos a la escuela y al barrio: entonces descubrimos el ello, con el que empezamos a dialogar.
Algunos superan el miedo a la soledad para ser individualidades que afrontan su realidad portando la obligación de dar libertad. Otros nunca superan el miedo a la libertad, ni a su soledad. El miedo y el dolor no son buena compañía, y acaban sacrificando la libertad de los otros. Ciertamente, los defensores de una renta mínima, o un impuesto negativo retribuido, o un salario ciudadano, o una renta básica universal, deberían captar todo el mensaje liberal que encierran tales conceptos. Tampoco la sociedad capta que, en autentica democracia y libertad de mercado, el consumidor debe tener un mínimo de posibles para ser juez del producto más competitivo. Estos conceptos son extrapolables a la educación pública y a la libertad de enseñanza: «toda persona tiene derecho a la enseñanza gratuita con fondos públicos: sin distinción de edad, sexo o condición». Para ello, tal enseñanza deberá estar homologada con un cheque formativo, y más aún la obligatoria. Por tanto, toda persona (o sus responsables) podrá solicitar su admisión en cualquier centro formativo homologado para tal enseñanza, y pagar con el cheque formativo establecido para la misma. Si el centro es más caro, deberá pagar la diferencia; si es uno propio de la Administración, con el cheque será suficiente; si es más barato, no habrá saldo negativo abonable. La selección de admitidos a un centro formativo homologado, siempre la hará la dirección del propio centro junto a su Consejo Escolar. Pero todo centro homologado deberá tener un 17% reservado (sobre la máxima ratio establecida) a disposición de la Junta Central de Escolarización. La cual, tendrá potestad para inscribir (y cargar con todos los gastos derivados, incluyendo transporte junto a sus compañeros) a aquellos alumnos que no tengan otro centro idóneo al comenzar su curso obligatorio (a tenor de una evaluación técnica). Ese 17% de reserva es también la garantía para que en todos los centros no haya masificación en las aulas. Por tanto, es obligación de la Administración el que se disponga de centros propios por toda la amplia geografía del Estado, y también ser eficaz para que ningún niño quede sin escolarizar en su centro de preferencia y sin que haya masificación en sus aulas (el ganador llenará las aulas). Los centros, cada uno individualmente, podrán disponer de un porcentaje de la cuantía de los cheques formativos de sus alumnos para su propia y libre evolución. La Administración suplirá con medios o fondos adicionales a sus centros deficientes, o bien los cerrará. De no tener libertad los padres para elegir centro, o sin libertad programática en ellos por parte de su Consejo Escolar o dirección (más allá de la mínima homologada), entonces hay adoctrinamiento. El adoctrinamiento es un futuro que conduce a la anulación de la democracia y al totalitarismo (como una rana que se va cociendo lentamente en agua fría). La búsqueda de un pensamiento único, en una educación sin alternativas, es algo que siempre han deseado imponer los totalitarismos. La sociedad española debe salir del agua fría, porque de lo contrario no conseguirá agarrar a este siglo por el cuello.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo