No lo entiendo
En LA NUEVA ESPAÑA del día 6 de diciembre se detallan el coste de algunas obras que se incluyen dentro del Plan «A», aunque desconozco si la «A» se identifica con Asturias o con Areces, presidente de la Comunidad.
Me parece algo demencial que el simple traslado de una fuente, la de la plaza Longoria Carbajal, en Oviedo, cueste un millón de euros, es decir, y para que todos nos entendamos, 166 millones de las antiguas pesetas.
Desde que las pesetas se «convirtieron» en euros se habla de la moneda europea con una facilidad asombrosa.
Para algunos, un millón de euros significa, simplemente, un millón, pero con una diferencia, que ese millón no deja de ser 166 millones de las pesetas de hace pocos años.
Por el simple capricho de ciertos vecinos, «debido al ruido que el agua produce», se tenga que trasladar una fuente situada en el centro de la ciudad, me parece una auténtica tomadura de pelo. Si tanto les molestaba el «ruido» ocasionado y que a las diez de la noche se apagaba, lo más lógico es que estos «cuatro» se hicieran cargo del traslado de la fuente ¿no?
Por otro lado, se dice que la conexión entre la estación de autobuses y la estación de Renfe costará alrededor, según presupuesto, de millón y medio de euros. Pero vamos a ver, ¿se puede saber qué es lo que queda por hacer?, porque la pasarela ya está terminada desde hace tiempo. ¿Acaso pretenden «dotarla» de ascensores, escaleras y pasillos mecánicos? Como siempre, estamos hablando de mucho dinero, aunque no lo parezca, para mejor entendernos todos, de 250 millones de pesetas de antes.
¿Pero esto que es? Insisto, es muy fácil hablar de euros, pero no es de recibo que ante obras que ya están concluidas y otras, como la de fuente, por mucha sentencia judicial, obedecen al capricho de cuatro ¿ciudadanos?, se gaste un montón de dinero cuando en los actuales momentos es necesario para cubrir otras necesidades.
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