Retroceder, nunca; rendirse, jamás
Publica algún diario regional la posibilidad de que el Ayuntamiento deje de sancionar a aquellas comunidades que reciclen mal aludiendo a que el mal estado de los depósitos en los cubos de basura, tanto de orgánica como de reciclado, es fruto no de los propios vecinos, sino de los "rompebasuras". Y ¿quiénes son estos personajes que campan a su aire, pasando de portal en portal, cúter en mano, rasgando las bolsas de los residuos orgánicos y el reciclaje, mezclando un depósito con otro, dejando las aceras con restos (o la totalidad del contenido de éstas)? Pues no son muy difíciles de identificar, pues andan a sus anchas por cualquier calle de Oviedo, ya sea centro o extrarradio. Son, en su mayoría, gente de origen rumano, personas marginales (con problemas de droga, alcohol, sin techo), algunas personas de etnia gitana y gente con problema mentales (mayores y jóvenes). Bueno, pues yo cuantificaría este contingente, que tanto daño hace, vulnerando los principios básicos de convivencia, que son, sobre todo el respeto, en todo el municipio de Oviedo, de no más de 100 personas.
Entendiendo que no más del 60 o 65 por ciento recicla debidamente, y el trabajo depredador que esta gente realiza, es normal que el 6 de febrero de 2017 salga el director de Cogersa diciendo que los vertidos orgánicos están llenos de residuos, envases, papel, vidrio (reciclaje), y que a este paso no llegaremos a cumplir en 2020 los acuerdos europeos sobre medio ambiente.
Pues yo sigo pensando que esto tiene solución, y además está en nuestros políticos y autoridades. Esta concejalía de Limpieza no sé para dónde está mirando, pues tiene unas ordenanzas municipales para cortar y sancionar el tipo de comportamiento incívico de este contingente de personas. Cómo es posible que un número tan escaso de personas esté echando a perder una apuesta municipal, con el apoyo de la ciudadanía, que lleva intentando arraigarse en nuestro municipio 20 años.
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