Una preocupante contradicción
El viernes 12 de diciembre el Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional de Derechos Humanos, lo que a priori supone una apuesta del Gobierno por el respeto y la promoción de estos derechos en sus actuaciones. Sin embargo, junto a esta aprobación se produjo el primer incumplimiento y la primera gran decepción.
El mismo Consejo de Ministros que aprobó este Plan también autorizó la extradición del ciudadano de origen checheno Murat Gasayev a la Federación Rusa, donde corre un gran riesgo de sufrir tortura y donde, de hecho, afirma que ya ha sido torturado en el pasado. El Gobierno español ha ignorado los llamamientos para evitar esta extradición, formulados por el Relator de la ONU sobre terrorismo y derechos humanos, así como por organizaciones como Amnistía Internacional.
Esta contradicción en la política del Gobierno pone en entredicho su credibilidad y su apuesta por el respeto de los derechos humanos. Un primer paso para volver a la senda adecuada sería anular esta extradición, si aún se está a tiempo. La integridad física de una persona está en juego.
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