El HUCA, a las duras y a las maduras
Igual que a menudo nos quejamos sin cesar de negligencias, desatenciones, listas de espera, etcétera, por parte de los servicios sanitarios, creo que es justo mostrar públicamente el más sincero agradecimiento cuando a causa de una larga enfermedad debes permanecer en un centro sanitario como el HUCA por un largo tiempo y desde el primer minuto hasta el último todo el personal que te atiende muestra una sensibilidad, empatía, comprensión y cariño como si de su propia familia se tratase. Es por ello que no puedo por más que agradecer a todo el personal de HUCA que conoció y trató a mi padre en el hospital de día de hematología y en la 9.ª C del mismo, desde el personal de enfermería a celadores/as, personal de limpieza, guardias de seguridad y médicos residentes y titulares (especialmente a las doctoras Bernal y Nicolás, en las que siempre confió y que estuvieron siempre a su lado a lo largo de todo el proceso), etcétera, tanto el buen trato en su labor profesional como la delicadeza mostrada hacia los enfermos y familiares, sin poner nunca una mala cara ni un mal gesto, a pesar de sufrir una sobrecarga en su trabajo debido a la escasez de personal.
Para finalizar me gustaría mostrar mi total agradecimiento a ese gran colectivo de donantes que no por anónimos dejan de ser indispensables en diversos tratamientos; sin su ayuda sería imposible una atención adecuada; fomentemos las donaciones en la medida de lo posible: un simple gesto individual puede cambiar muchas vidas.
Y un último agradecimiento a mi padre, persona que me enseñó todo y que vivió y murió dignamente, orgulloso de su familia y de todos sus seres queridos, algo recíproco como pude sentir por las muestras de cariño expresadas en el tanatorio por todos sus compañeros, amigos, familiares y vecinos. Descansa en paz, papá; creo que te gustará saber que en tu nombre muestro el agradecimiento que a ti te gustaría haberles expresado antes de irte. Hasta siempre.
Roberto Campos Nachón, in memoriam Manuel Campos Lamela.
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