Los chalés en Oviedo no despegan
En fechas recientes se leía en LA NUEVA ESPAÑA: “La vivienda libre se duplicó en los dos últimos años... los chalés en el municipio no despegan”. ¿Y cómo van a despegar si en el cinturón de Oviedo, zona rural, exige el Ayuntamiento 5.000 m.² para construir una sola vivienda unifamiliar? ¿Se quiere crear trabajo y frenar el despoblamiento de los pueblos del consejo o seguir prometiendo lucha por el pleno empleo? ¿Se pretende que todos los alrededores de Oviedo sean barbecho para regocijo de jabalíes, lobos y otras alimañas y de sus protectores? Pues, hala, a mirar para otro lado; el trabajo no interesa.
Cuando el tripartito tomó el Ayuntamiento portaba mochila cargada de iniciativas populistas para “rehacer este desdichado Oviedo”. Pronto apareció la antieconómica realidad encerrada en el zurrón. La primera, el saco sin fondo del Estado del bienestar que, a este paso, o se cierra o la iguala comunista nos hunde en la miseria. Seguía el derribo de los signos que han dado y dan realce a Oviedo. Aparecía después la persecución de los anteriores gestores, culpables del hambre que pesaba sobre Oviedo. Y había un hueco grande en el macuto para almacenar las iniciativas ciudadanas de la nueva política, titulada “faciendo ciudá”. De la alegría del trabajo, alimento del bienestar social, nada de nada. Y eso que el señor De Lorenzo dejó un Oviedo-empresa para que mentes hábiles y capaces generasen trabajo, empleo y riqueza, explotando, entre otros, el Calatrava, el Asturcón, la imagen admirada e imitada de ciudad y municipio y mostrando el inmenso activo, coste aparte, que supone para el Ayuntamiento el terreno de "Villa Magdalena".
Desgraciadamente, el discurso del tripartito, teoría comunista con aval universitario, demuestra carencia de lo esencial, espíritu de trabajo productivo, iniciativa y creatividad. El Ayuntamiento no tiene por qué crearlo, pero está obligado a allanar caminos, que no se desbrozan con coros de palmeros.
Es desolador oír a un miembro del tripartito por TV, a raíz del fallo sobre "Villa Magdalena": "¡Cuánta hambre se podría quitar con este dinero!" (insistente mantra). Ni por asomo se le ocurrió decir: ¡a cuántas empresas potenciaríamos para crear trabajo! No nos fijemos tanto en las manos si están limpias o no, sino en el beneficio económico que han dejado, del que se aprovechan hasta los zánganos.
Siguiendo en esta línea y retomando la idea inicial, que desea marginar la ideología, sugiero al tripartito la idea de autorizar la parcelación de terrenos en el cinturón o zona rural de Oviedo para construir chalés en fincas manejables, de unos 1.500 m.². Estudien y analicen el beneficio que estas construcciones aportan, en primer lugar al Ayuntamiento. No desprecien el cuentagotas constante del negocio, que tiene un público interesado. Indaguen si los técnicos de la casa y los de la cuota (autonomía) ya tenían perfilada la parcelación, frustrada por el cambio de Corporación. A lo mejor, por aquí se le escapó al señor Caunedo la Alcaldía.
José M. Gómez Tuñón
Oviedo
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