De los fueros y de los fuegos
Lo que está haciendo el Gobierno catalán con el Gobierno de España es, simple y llanamente, jugar. Y lo que está demostrando el Gobierno de Rajoy es claudicar, pues no se puede, ni en nombre de no sé qué diálogo, dar un trato de favor a quienes libremente han optado por la confrontación.
No han asistido (el vasco tampoco) a la reunión de presidentes de comunidades, lo que ya de por sí significa un claro desaire al resto de las demás autonomías que representan a la mayoría de españoles, que conforman España. Ellos, y en este caso el presidente catalán, han optado por la no participación en los asuntos que atañen a la mayoría, pues en un claro jugar con la ley quieren que se les trate como a países, que ni el régimen foral, del que gozan los vascos, ni el Estatuto por el que se rigen los catalanes, les reconoce.
Así pues, tienen que ser las dieciséis comunidades restantes las que por medio del Gobierno (de D. Mariano) tengan que claudicar ante la prepotencia y la insolidaridad, demostrada con su ausencia a la conferencia de presidentes.
¿Qué ocurrirá ahora? ¿Habrá unos acuerdos para unos y otros para otros? Por ahora, y ante las negociaciones que parece existen entre yo casi diría los dos gobiernos-ambas administraciones, todo apunta a una claudicación encubierta, por parte del nuevo PP, nacido del último congreso.
No cabe duda de que tanto catalanes (Gobierno) como vascos (Lendakari) llevan años chantajeando a la Administración del Estado, en la figura de cualquiera de los presidentes, que desde la instauración de la democracia se vienen sucediendo. Ahora bien, el resultado no ha podido ser peor. Unos se han aprovechado de la lucha armada, los otros, de no ser víctimas de ella (negociación de la que se encargó, de una forma miserable, Carod-Rovira, en su condición de consejero (véase "La Vanguardia" del 21-10-2011). Otros, la Generalidad, en su función encubierta de ir a la independencia, pidiendo cuando no exigiendo, más y más de las arcas del Estado. Hoy ya está demostrado que España no roba a Cataluña, lo que realmente ocurre es que los diferentes gobiernos catalanes lo que buscan era y es la separación de la nación española, que si antes no fue más explícita fue debido a la fortuna que al parecer estaban amasando los Pujol y compañía. Lo que demuestra fehacientemente también que quien realmente robaba al pueblo catalán eran los gobiernos catalanes.
Siendo este el fin, no caben ya más concesiones, fuera de las que se usen con el resto. Sabiendo y conociendo también cuál es el fin no sirve para nada plegarse, una vez más, a las falsas exigencias económicas de quienes sólo tienen la intención de incumplir la ley, con tal de lograr sus fines. Por tanto, es labor del Ejecutivo hacerla cumplir, pues en un país donde no se cumple la ley sólo queda la anarquía. La Constitución establece nítidamente los cauces para que así sea, espero no sea el Gobierno el primero en incumplirla y tengamos que asistir al auge de los independentismos, que pasan por la petición de regímenes fiscales particulares más allá del de Canarias o Ceuta y Melilla.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo