Luis Enrique y su agrio carácter
El pasado martes día 14, en París, el entrenador del Barcelona CF se vio superado por el resultado del partido de la Champions, en el que, como bien es sabido, su equipo fue goleado por cuatro tantos a cero por el París Saint Germain.
El juego errático del Barça y los desplantes de su técnico a los medios de comunicación (recordemos su crispación ante el periodista Jordi Grau) son, una vez más, la evidencia de su desgaste, que le dejan en una difícil situación de continuidad en el citado club. El técnico asturiano es el gran señalado tras el descalabro que ha dejado a su equipo prácticamente eliminado de la Champions League.
Entre los grandes interrogantes de la actualidad futbolística, uno de ellos, personalmente, me supera: Luis Enrique y su avinagrado carácter. Nunca le ves con una sonrisa abierta y cuando la muestra es tragicómica. Su amargura se contagia. Y sus malos modos, por supuesto que también.
Porque una cosa es ser un triste en tu ambiente íntimo y otra ser pura aspereza ante todo el mundo y muy especialmente con la prensa. ¿Qué pensarán de él en Río de Janeiro, pongo por caso, allá donde el fútbol es el padre nuestro de cada día? El balompié se inventó para divertirse. Y en Brasil lo demuestran continuamente en el césped y fuera de él.
Ciertamente, han pasado muchos entrenadores nefastos por el Nou Camp, pero ninguno tan áspero y agrio como Luis Enrique. Por eso escribo sobre ello en tiempos de Carnaval, por ver si alegra el semblante y pone alguna vez una sonrisa sana y sincera.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo