El Coro de la EMMO enmudece
El coro de adultos de la Escuela Municipal de Música de Oviedo surgió hace casi diez años como una iniciativa para implicar a los padres de alumnos en las actividades de la escuela, así como para promover y extender la cultura musical en el entorno. Ante la imposibilidad de contar con la suficiente masa coral entre los familiares de alumnos, pronto se abrieron las puertas del coro de adultos a todo aquel interesado que mostrase unas mínimas aptitudes musicales.
Tras unos años, con cambios de horario, director y la composición de sus componentes, el curso pasado se consiguió un coro, al menos digno, para representar a la escuela. Dicho coro estaba constituido por adultos matriculados en la escuela en diversos instrumentos, profesores de la misma que participaban de forma entusiasta, y un gran número de colaboradores externos no menos ilusionados. Debe resaltarse que el coro no constituía ninguna clase formal de la escuela, (no éramos alumnos de la escuela), sino una manera de promover el conocimiento y disfrute de la música abierta a todos, utilizando el salón de actos de la escuela y una hora lectiva que el director del coro tenía libre y sin otra obligación que la de permanecer en el centro (hora lectiva que sin el coro estaría desaprovechada, aunque sí remunerada).
La sorpresa llegó a comienzos del presente curso cuando, quizá promovidas por la actual crisis que alcanza, como no, a las arcas de nuestro Ayuntamiento, se impusieron una serie de medidas económicas que incluían la paga de una tasa a todo aquel que quisiera colaborar con el coro sin estar matriculado en la escuela. En seguida cundió el malestar entre la mayoría del coro, ya que en general se consideró que ésta tasa (aunque no fuera una cantidad excesiva puesto que no llega a 50 euros cada uno y en total lo que podríamos aportar no pasaría de 300 euros) iba en contra de la labor de la escuela como promotora de la educación musical y constituía un desprecio a la labor de muchos colaboradores, algunos de ellos de gran valía y auténticos pilares del coro, sin los cuales no sería posible un proyecto de este tipo.
Y en el momento actual en el coro nos hemos quedado diezmados, como si la gripe T (de Tasa) hubiese hecho estragos entre nosotros. El coro se ha quedado cojo en voces y, sobre todo, en ilusión. Tanto es así que actualmente YA NO CONSTITUIMOS NI LA AGRUPACIÓN MÍNIMA NECESARIA para haber podido actuar ni en el concierto de la pasada festividad de la patrona de los músicos, Santa Cecilia, ni en el concierto de Navidad.
¿La culpa de la situación actual?: Por nuestra parte, nos negamos a pagar una tasa por colaborar para que la Escuela Municipal de Oviedo tenga un coro que la represente en los conciertos que él mismo organiza. Por parte de los responsables de la escuela, obligarnos a pagar unas tasas, enarbolando una supuesta normativa municipal, poco clara por otra parte, en lugar cumplir con el principal cometido de la escuela que es promover el disfrute y conocimiento de la música, que contrasta con la postura de otros ayuntamientos.
Y sin extendernos mucho más comunicar que, en situación parecida se encuentran otras agrupaciones de la escuela, como la Big Band, verdadero orgullo de la EMMO, que por encontrarse formada casi en su totalidad por músicos ex-alumnos de la escuela, y que gracias a esta medida ha dejado de existir. O la banda ligera, que se ha quedado sin importantes colaboradores que acompañaban a los alumnos de flauta en sus clases colectivas.
Por eso apelamos a instancias mayores, esperamos que más razonables, para que lleven a buen término esta situación. Y de paso damos a conocer nuestro coro entre la población, por si alguno se anima a engrosar sus filas y disfrutar con él.
Firmado:
María Jesús García Jiménez
Inmaculada Cabanelas Seara
Aurinda Castro Patán
María Teresa Árias Gracía
Ricardo Galdiz Legarra
J. Ignacio García Chamizo
Fco. Javier González-Nuevo Martínez
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