La Luz, un barrio humillado y ofendido
Los vecinos del barrio de la Luz (Avilés) nos sentimos totalmente abandonados por el Ayuntamiento. Solamente somos objeto de deseo cuando toca pasar la gorra para poner en ella nuestros votos cada cuatro años.
En el último año fueron la mayoría, por no decir todos los locales de hostelería reventados y desvencijados por los ladrones sin que el Ayuntamiento moviera un solo dedo por ayudar a los propietarios (en forma de exenciones de pago de impuestos o de ayudas a fondo perdido para el alivio de dichas perdidas). Eso sí, tras algunas reuniones con una Corporación que sólo pasó para hacerse la foto, el barrio notó una mayor vigilancia policial, pero no era para vigilar a los posibles delincuentes, sino para hacer caja.
Con el paso de los meses, nos dimos cuenta de que la Policía sólo pasa para poner multas a una población cada vez más deprimida, que además de la inseguridad ciudadana se tiene que enfrentar a la rapiña de un Consistorio que sólo ve en el barrio una fuente de financiación. La Luz es un barrio abandonado a su suerte, con una problemática social de primer orden, pero que el Ayuntamiento ignora una legislatura sí y otra también, creando un caldo de cultivo que cada cierto tiempo estalla convirtiendo el barrio en un campo de batalla.
La ausencia de aparcamientos adecuados lleva a la gente a tener que estacionar donde buenamente puede, y eso el Ayuntamiento y la autoridad pertinente lo saben, pero, en lugar de arreglar el problema construyendo nuevas plazas, al Consistorio le es más fácil multar a los infractores, prometiendo, eso sí, que en los próximos presupuestos se construirán.
Los vecinos sabemos que no podemos esperar nada de las autoridades. Sus mentiras y su rapiña ya las tenemos asumidas en esta comunidad, pero sí tenemos derecho al respeto, que es gratis.
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