Cierra César
"Nos vemos en la base a tomar la última". Y allí fuimos. "El Abre", "El César", "El Abre César" cierra sus puertas y nos deja huérfanos. Ayer lo despedimos entre emotivos abrazos y alguna que otra lágrima. Ver a clientes llorar porque cierra su local dice mucho acerca de lo que éste ha significado para varias generaciones de polesos y no polesos ---como es mi caso---. Dice mucho acerca del amor y la dedicación que los hermanos Loredo han puesto en su local todos y cada uno de los días que han abierto.
"Un bar". Quien no lo haya vivido no lo entenderá nunca y quien lo haya vivido dirá que con estas palabras me quedo corto. César creó algo grande. Un club social, un club cultural, un espacio donde sus trabajadores actuales y pasados son una piña a su alrededor. Se trabajó una clientela fiel alimentando sus inquietudes a base de revistas, discos, conciertos, presentaciones de libros, charlas... Como ayer me decía un gran amigo, si este local estuviera en Madrid sería leyenda. Y es cierto. Se lo ha ganado. ¡Que sea leyenda!
Qué bien lo hiciste César. Nos hemos sentido en casa entre tus paredes, nos hemos divertido ¡cómo no! pero sobre todo, nos has regalado un gran pedazo de ti. Ayer, como tantas veces me miré de reojo en el espejo del baño... fue la última.
Muchas gracias, César
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