Socialista desencantada
Sra. consejera de Hacienda:
¿La gente de a pie no tenemos el derecho de vivir en la autonomía española que nos plazca? La élite no sólo vive en el extranjero, guarda sus dineros en paraísos fiscales y los corruptos se salen de rositas después de juicios interminables que los pobres contribuyentes pagamos con nuestros impuestos. ¿Somos responsables de las diferencias entre autonomías? ¿Existen paraísos fiscales en el propio territorio español?
Quiénes ahorraron eliminando vacaciones, ropa de marca, joyas, coches, restaurantes, etcétera? Y al final de su vida poseen unos pocos bienes con los que contribuyen con impuestos, se les penaliza a la hora de transmitirlos a sus herederos. La lección que tenemos que aprender es: roba grandes cantidades, vivirás bien. No ahorren, el Estado les despojará.
Los solteros contribuimos con más impuestos y no mermamos las arcas en guarderías, colegios, universidades, sanidad, viudedad, etcétera. Hacienda nos priva de dejar nuestros bienes a quien nos dé la gana, penalizan a los herederos teniendo éstos que renunciar a los bienes. ¿Somos iguales ante la ley?
¿Qué es la democracia? Votar cada cuatro años para que algunos perciban buenos sueldos, dietas, suplementos, tengan espléndidas pensiones en pocos años; no paguen IRPF y cuando les pedimos que atiendan nuestras reclamaciones nos dan con la puerta en las narices o nos dicen que no pueden hacer nada, si es así. ¿Para qué nos sirven? ¿Por qué cobran?
Acudí a la concentración el jueves día 2, donde fuimos grabados con teléfonos durante dos horas desde las ventanas del Palacio por los funcionarios que se suponía estaban trabajando. Así funcionamos.
Plebe, a trabajar por un plato de lentejas hasta los 70 años para que nuestros políticos puedan tener pensiones vitalicias de 80.000 euros. ¿Los empresarios honrados cómo harán para tener ancianos en las empresas y ser competitivos?
Sra. Carcedo, le recomiendo que lea el artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA del día 6, página 28, escrito por el abogado D. José Luis Hevia. No tiene desperdicio. Confío que con ello se aclare las ideas.
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