La procesión de San Lázaro
El párroco de San Lázaro no cancela la procesión del barrio. Es el consejo pastoral, por unanimidad, quien considera y vota que mientras no haya un grupo de parroquianos amplio que lleve la procesión, no debe salir.
Con fecha 18 de febrero de 2017, a las 12 de la mañana, el consejo pastoral parroquial fue convocado a una reunión extraordinaria, con un único punto del orden del día: procesión con el Cristo. Varios miembros excusan su presencia; en dicho consejo nos encontramos presentes nueve personas, más el párroco y el coordinador de la procesión, Igor Freijóo, quien fue presentado por nuestro párroco, ya que algunos miembros no lo conocían. Se presentó, habló de la procesión, y algún miembro le hizo las preguntas que creyó oportunas; cuando terminó su alegato, el párroco le dijo que íbamos a deliberar y le daría el resultado de las votaciones, y Freijóo se retiró. Los miembros presentes del consejo, porque no todos somos iguales, hablamos, dialogamos y dijimos nuestro parecer, unos explayándonos más que otros. Nuestra decisión unánime fue que para sacar en procesión el Cristo debía haber un grupo de gente suficiente que se encargara de ello, y que fueran de nuestra parroquia. Si esto se cumplía, no habría problema en sacarlo en años venideros, ya que a día de hoy no consideramos que había ese grupo de personas. Y dada por terminada la reunión, cada uno nos fuimos a nuestros quehaceres. ¡Qué sorpresa mayúscula cuando a partir de la siguiente semana, empiezan a aparecer escritos en la página de Facebook de la parroquia, y el día 27 de febrero se remata con el artículo en el periódico de LA NUEVA ESPAÑA sobre el tema de la procesión! Creo, bajo mi punto de vista y de algunos miembros del consejo pastoral, que esto se está saliendo de madre y que se está haciendo de un grano de arena una montaña; se vierten palabras que a mi parecer son inaceptables, como que la decisión responde a "encerronas y envidias". Que yo sepa, en los consejos parroquiales que hasta ahora hemos tenido siempre se han decidido los asuntos propuestos por mayoría o por unanimidad, para eso están. Lo que tenemos que ser es sinceros y reconocer las cosas, y si nos llamamos cristianos y nos consideramos miembros activos de la Iglesia, trabajar todos unidos por las mismas causas, aceptando lo que tenga que venir, sin ver más allá.
Y ya para terminar, reflexionemos, dejémonos de tonterías, seamos serios, demos a las cosas la importancia que tienen que tener, por nuestro bien y el de la parroquia.
M.ª Paz Rodríguez Fernández, miembro del consejo pastoral parroquial de San Lázaro del Camino
Oviedo
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