Pilar, la cocinera de Solvay
El pasado día 5 de diciembre se publicó un artículo en La Nueva España por el cual yo, Covadonga, me entero que en Lieres se homenajea a los antiguos mineros y mineras de la localidad. Dicho artículo comenzaba diciendo: «Lieres no se olvida de sus raíces mineras». Quizás tengan razón. No se olvidan de sus raíces, pero sí de sus mineros, ya que el presidente de AVAL se olvidó de que la verdadera cocinera del comedor de Solvay es Pilar Camino y no Carmen Camino, su hermana, ya que el comedor fue fundado por Pilar, quien estuvo un mes trabajando sola, incorporando a su hermana al trabajo como ayudante de cocina pasado este tiempo.
Gracias a Dios, aquí estamos tus hijos, mamá, para homenajearte.
Queremos agradecerte el habernos enseñado a cocinar, tanto a tus hijas como a tantas amas de casa que acudieron a tus clases con esa alegría que tú les infundías, haciendo que esos momentos se les pasaran sin enterarse y esperando que llegase la próxima clase.
Que duda cabe que para nosotros eres la mejor madre que nadie puede tener, pero todavía eres aún mejor persona, por eso considero imperdonable el desprecio que a mi modo de ver cometieron contigo en dicho homenaje. Consideraba que en Lieres, después de tantos años cocinando en el comedor de Solvay, regentando el casino de Lieres durante diez años, dando clases de cocina y, por si se le había olvidado a alguien, editando un libro, nadie se acordara de Pilar la cocinera. Señor presidente de AVAL, creo sin temor a equivocarme que si alguien merecía ese homenaje, era mi madre, el cual considero ya se lo tenían que haber hecho hace mucho tiempo por su trayectoria en la cocina.
Después de haber mostrado mi indignación por haber homenajeado a la persona equivocada, invito a los vecinos de Lieres a que reflexionen y digan si miento en lo escrito sobre Pilar la cocinera. Quizás el único inconveniente sea que actualmente reside en El Berrón, pero, aún así, no les costaba nada hacer una mención especial. Nosotros, sus hijos, costearíamos el ramo de flores o la placa con lo que se reconocería su trayectoria como cocinera del comedor de Solvay.
Quiero despedirme recitando un refrán que tanto le gusta a mi madre decir: «Es de bien nacidos ser agradecidos».
Deseamos darte las gracias, mamá, por ser cómo eres, con esa bondad infinita. Ojalá hubiese mucha gente como tú, muchos besos de tus hijos y nietos. No cambies nunca.
Covadonga Rodríguez Camino
El Berrón
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