IVA e igualdad
Soy un ciudadano extraño. Todavía creo en eso de la igualdad y la fraternidad. No estoy hablando de la igualdad entre hombres y mujeres, estoy hablando de la igualdad entre todos los ciudadanos (en este caso, los españoles, aunque no me importaría la igualdad entre todos los europeos y más allá).
Un buen ejemplo de esa desigualdad es el IVA. Un impuesto donde algunos pagamos y otros se aprovechan con la boca pequeñita. Precisamente esos aprovechados son los que más se quejan. Sí, querido lector, por si no lo ha pensado, esos son los independentistas, catalanistas y vasquistas sin ir más lejos.
¿Saben ustedes que el IVA que usted paga por cualquier producto con sede social en esas "autonosuyas" se lo quedan ellos, y su región, su casa, sus infraestructuras no reciben un céntimo de euro?
Pues así es, querido lector. El 100 por ciento de su IVA se queda en las Vascongadas (gracias a su concierto foral medieval) y el 50 por ciento, en Cataluña. Da igual donde usted lo compre, el dinero se va para allí y sus chanchullos autonómicos.
Yo ya miro los productos que compro. En letra pequeñita ponen su sede social. Yo gasto mi dinero por la igualdad. Esperemos que algún día todos aboguemos por la verdadera igualdad entre los ciudadanos, en vez de regalar prebendas a los desagradecidos. Mientras tanto, disfrutemos lo votado.
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