La importancia de la calidad del aire
La acción de respirar obliga a un contacto permanente entre el aparato respiratorio y el medio ambiente. Esta relación es imprescindible para la vida, aunque nos hace vulnerables a la acción de los contaminantes suspendidos en el aire que respiramos. Los pulmones se convierten en la puerta de entrada, con frecuencia de una manera invisible, para un gran número de sustancias con capacidad de causar enfermedad respiratoria, cardiaca o de otros órganos. La preocupación por conseguir un aire limpio es compartida por científicos e instituciones. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) participa de forma activa y especifica de esta preocupación.
Desde 2002, SEPAR dedica cada año a llamar la atención sobre una acción respiratoria diferenciada. El año 2010 será el año del medio ambiente y salud respiratoria. Las acciones emprendidas durante este período estarán dirigidas a difundir a la población general y al colectivo sanitario la importancia de la calidad del aire en el mantenimiento de la salud respiratoria, a dar a conocer las consecuencias de la contaminación ambiental en los ciudadanos, implicar a la sociedad en la adopción de costumbres neumosaludables y a poner de relevancia el papel contaminante del tabaquismo.
Según lo enunciado en la ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, la atmósfera es un bien común indispensable para la vida, del cual todas las personas tiene el derecho de su uso y disfrute y la obligación de su conservación. La contaminación atmosférica de las ciudades se ha convertido en un problema de salud pública universal y es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las prioridades mundiales más importantes en salud. Según diversos estudios, la contaminación del aire es responsable del 1.4% de todas las muertes en el mundo, siendo la mitad de este impacto debido a las emisiones de los vehículos a motor. Éste es un problema global que afecta tanto a países desarrollados, especialmente en sus grandes ciudades, como a países en vías de desarrollo.
En las ciudades, el tráfico es una de las principales fuentes de contaminación atmosférica. La emisión de óxidos nitrosos y partículas en suspensión va a producir efectos nocivos en los enfermos respiratorios crónicos, aumentando la necesidad de medicación, los síntomas y las exacerbaciones de su enfermedad. También va a incidir en el desarrollo de la función pulmonar de los individuos jóvenes y sanos y cada vez hay más datos que refuerzan la asociación entre contaminación atmosférica y aparición de asma. La adopción de medidas dirigidas a disminuir los niveles de contaminación, adoptados en algunas ciudades, se han acompañado de un descenso de las agudizaciones en los enfermos respiratorias, con disminución del número de hospitalizaciones y mejoría en la calidad de vida. Además de medidas tecnológicas enfocadas a mejorar la calidad de los combustibles y los motores también se han mostrado eficaces para mejorar la calidad del aire otras medidas más sencillas, de menor implicación tecnológica. Se recomienda aumentar las zonas peatonales, limitar la velocidad máxima, fomentar la conducción sostenible, potenciar el transporte público e incentivar el uso de bicicleta para la movilidad en la ciudad.
Teniendo en cuenta estos datos no podemos dejar de mostrar nuestro apoyo a iniciativas como el Plan 30 Oviedo: ciudad abierta a la bicicleta, que sin duda contribuirán a mejorar la calidad del aire de nuestra ciudad y como consecuencia de ello a cuidar de la salud respiratoria de sus habitantes. Tal como se presenta, el plan 30 Oviedo aúna varias medidas dirigidas a disminuir la contaminación ambiental: disminuye la velocidad del tráfico e incentiva el uso de transportes no contaminantes como la bicicleta. Pero además, el fomento del uso de la bicicleta también contribuye a la mejora de la salud, en tanto que contribuye a mantener una actividad física y un peso corporal adecuado. La actividad física es una de las herramientas más efectivas para la ayuda en el abandono del hábito tabáquico. Al realizarse este ejercicio al aire libre, con una mayor demanda de ventilación, resulta doblemente necesario respirar un aire libre de contaminantes. Respirar aire puro, practicar ejercicio, control de la alimentación y del peso son en conjunto las mejores medidas preventivas para evitar la enfermedad. El Plan 30 Oviedo es un instrumento que potencia estas acciones.
Desde el año SEPAR de medio ambiente y salud respiratoria nos complace sumarnos a esta iniciativa y felicitar a sus promotores. Las ciudades deben adaptarse a las nuevas circunstancias y cooperar en la reducción de la contaminación. La reciente reunión de los líderes mundiales en Copenhague nos llama la atención sobre este hecho. Oviedo puede ser la primera ciudad en la que coincida una limpieza modélica de sus calles con una fragancia límpida del aire que respiramos y convertirse en ejemplo de ciudad sostenible.
Subtítulo: El 2010 será el año del medio ambiente y la salud respiratoria
Destacado: Oviedo puede ser la primera ciudad en la que coincida una limpieza modélica de sus calles con una fragancia límpida del aire que respiramos y convertirse en ejemplo de ciudad sostenible
Cristina Martínez
Médico especialista en Neumología del Hospital Central de Asturias.
Coordinadora del Año del Medio Ambiente y Salud Respiratoria de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
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