El impuesto de Sucesiones y la TPA
Alguien me podría decir si la TPA, televisión “pública” de Asturias es un medio de comunicación como su definición dice, público o es más bien privado, controlado pro quien ostenta el poder político en nuestra región.
En los tiempos que vivimos, cada día se ve más que la información fluye a través de la televisión, ya sea pública o privada, de las redes sociales, etcétera, pero miren por donde, en Asturias sucede todo lo contrario. Los españoles en general y los asturianos en particular, estamos más informados pro los medios de comunicación de ámbito nacional que por los de nuestra propia región.
¿Los motivos? depende y cómo, son variados, interesados y de servicio al poder. Esto sorprende y general, sin lugar a duda, una desconfianza en muchos ámbitos, pero sobre todo en el de los dirigentes de este medio público llamado TPA que pagamos todos, incluidos, claro está, los sueldos de quienes debiendo estar al servicio de los ciudadanos y de la transparencia informativa, están a lo que manda la voz de su amo, dicho de otra manera, están al servicio del poder. Señores directivos de la TPA, dimitan, dimitan, dimitan porque no son dignos de dirigir un medio público que oculta a los asturianos uno de los fenómenos más notorios que jamás hubo en Asturias.
Cuando los medios de comunicación son controlados por el poder, la democracia deja de ser democracia, es otra cosa, una información interesada, un distraer con acusaciones políticas unos a otros, es decir, entretener al ciudadano para que la bola no crezca, o lo que es lo mismo, marear la perdiz.
Señores gobernantes de Asturias, bien harían ustedes si no controlasen tanto su televisión, sí su televisión, no la que ustedes dicen llamar pública y que pagamos todos, y por contra dejasen vía libre para que la información fuera transparente, por más que les afectase a quiénes gobiernan.
Bien, dirán los lectores que a qué viene todo esto, pues yo, sinceramente creo que basta ver cualquier cadena de televisión pública o privada de ámbito nacional, tanto en sus telediarios como en diversos programas y comparar con lo comentado al respecto en nuestra televisión. Me refiero a la inactiva de una octogenaria llamada Clavelina García en relación el impuesto de sucesiones y que generó un impacto tan mediático tanto en los ciudadanos como en los medios de comunicación en España entera, pero que en Asturias, su televisión “pública” no hizo la más mínima alusión de la notoria.
No quiere extenderme más, mi objetivo es denunciar como en Asturias se controla nuestra televisión, a mí me parece que por el poder política, a ustedes no losé. Denunciar a unos directivos de este medio público a los que no les pagan quiénes les amordazan, les pagamos nosotros, pero ellos con tal de asegurarse buenos sueldos y el “puestín” se someten a la más antidemocráticas normas de transparencia informativa. Basta ya de tomarnos el pelo.
Julia Martínez Martínez
Valdesoto
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