La perrera de Miluca

Enésima denuncia al albergue de perros de Miluca, sumamente conocida en el barrio de La Luz, en Avilés, como de muchas personas dentro y fuera de la comarca, debido a su gran labor completamente altruista en su ayuda a los animales, denuncia por “maltrato animal”, esta vez por La Fundación Protectora del Principado de Asturias, lo cual (y nunca mejor dicho) alguno de sus miembros son los mismos perros pero con diferentes collares, que ya se encargaron de otras historias semejantes.

¿En que se basa esta Asociación para presentar la denuncia?... En principio parece ser que forzar al Ayuntamiento para efectuar la instalación del albergue que, por ley debería de disponer Avilés. Pero amparándose en Facebook con una foto tomada por la asociación El Refugio de Madrid, hace ya unos años (otra denuncia, claro), donde se ve el interior del albergue. Efectivamente, no está en las mejores condiciones puesto que solo Miluca y algunos voluntarios, entre los que me incluyo, aportamos lo que buenamente podemos. No falta el agua, ni la comida, hay aportaciones materiales del voluntariado y del propio bolsillo, asimismo de personas amantes de los animales que aportan lo que pueden, también restaurantes, y carnicerías ponen su granito de arena. Tienen, cuando lo necesitan atención veterinaria, de lo que puede dar buena fe de ello la clínica veterinaria La Granja, en Villalegre. Pueden decir cuantos perros he llevado a ser atendidos de diversas dolencias y muchos de ellos se han quedado en mi casa una temporada hasta su recuperación. Eso lo sabe todo el barrio de La Luz que me han visto paseando con los perros. Siempre que se ha podido se han sacado en tandas a pasear, sobre todo, aquellos que pierden algo de movilidad por edad. No hay síndrome de Noé: la misma clínica y muchas personas saben (y hay pruebas de ello) que Miluca a cedido perros, pero solo a personas con sentido de la responsabilidad, pues en otros tiempos se ha llevado los correspondientes chascos. Gracias a aportaciones de personas que nos han llevado madera, verjas metálicas, etcétera se pudieron reformar unos veinte recintos y dejarlos en condiciones. Últimamente nadie aporta el material preciso y no disponemos de fondos para comprarlo. Jamás se admitió ningún tipo de aportación económica, solo comida, material y ropa. Al tener que ser instalaciones móviles no es posible recurrir al ladrillo o cemento. Se ponen los suelos con persianas, madera u otros materiales. No hay ninguna gotera. Actualmente puedo trabajar poco por un problema neurológico, pero la recogida de comida, el agua y la atención veterinaria nunca faltan.

Esta mujer, que ya empezó hace muchísimo tiempo en el cuidado y defensa de los animales, pues ya colaboraba con Manuel Cortina (ATS de Ensidesa, en la perrera de Heros, en Miranda, en el año 92, con terrenos cedidos generosamente por el propietario del terreno, creó este albergue al cual haga frío, calor, llueva, nieve o granice, no falta ni un solo día para aportar su cuidado a los animales. Los perros que yo he llegado a tener en mi domicilio mientras se recuperaban de su enfermedad, se volvían locos de contento al volver con su familia, con su manada, pasando de mi como si nunca me hubiesen visto. Eso no demuestra precisamente que estén en ambiente cruel. Un señor se llevó a una finca de Villabona un mastín y puede atestiguar lo que le costó que el perro se adaptase... él quería volver. Todo esto viene a cuento, porque en lugar de apoyar el sacrificio de esta mujer, sabiendo que no se dispone de otro sitio... Hay personas que han venido a dejar perros después de haber pasado por varias protectoras con el mismo resultado; no podemos hacernos cargo, no hay sitio y que si no nos hacíamos cargo que soltaban al animal en medio de la carretera. Unos cuantos han sido echados dentro de la perrera desde el exterior, otros atados a la puerta de entrada... entonces... ¿qué les suceda ciertas personas de estas protectoras? ¿Cómo es posible que tres veranos consecutivos y en la impunidad de la noche entren y roben a una serie de animales? Que según me contó alguien que sabe de estos asuntos eran enviados al extranjero. En el verano del 2012 puse una denuncia en comisería por el robo de una cantidad de animales, todos ellos con su microchip y a continuación denuncié en el Colegio de Veterinarios. ¿Donde fueron esos perros con microchip...? ¿fueron sustituidos por otros? Se paró el robo cuando instalé un “sofisticado” sistema de alarma con cámara incluida. Saltó la alarma, pero la foto no salió lo suficientemente nítida. Era gente joven, algunos con buzos. Esto se lo comuniqué a una persona allegada a las asociaciones. Que tenía vigilancia y como saliera una foto pues a los juzgados. No volvieron a entrar los últimos veranos.

Hace un mes aparecieron unas chicas (bastante parecidas a las que entraron en la perrera) con insultos y tirando piedras durante unos cuantos días...mandadas ¿por quien?. Dejaron de hacerlo. Yo no me encontraba en la perrera y le pegaron con una piedra en la cabeza a una señora voluntaria. A eso se le llama acoso con daños, denunciado directamente a la policía Nacional, pues es delito penal. Y esto está minando la moral de una mujer que solo merece un monumento a la dedicación al mundo animal.

Si tanto aman a los animales, en vez de tanta crítica y denuncias y hasta que se resuelva la situación legal podrían haber aportado su granito de arena, pero claro, al igual se quedan sin nada. Entonces... a santo de que esa obsesión con intentar conseguir el cierre de este albergue.

Algo huele muy mal y no es precisamente caca de perro.