¿Sólo cuestan los rescates en la montaña?
El Gobierno del Principado de Asturias pretende cobrar los rescates en montaña cuando se trate de imprudencias. Según recoge la prensa el 2 de diciembre, la señora consejera doña María Jesús Ramos dice que se cobrarán los rescates cuando previamente haya habido una alerta meteorológica.
Realmente, si hacemos caso a las alertas, no saldríamos de casa, ya que éstas son continuas y para fenómenos que son normales en cada estación del año, y salvo contadas ocasiones no se cumplen.
Parece que lo que preocupa es cobrar los rescates en caso de imprudencia. Se podría llegar a decir que siempre que se va de monte es una imprudencia, ya que siempre hay un riesgo implícito en esta actividad.
Pero aparte de los gastos derivados de los rescates, cuyos medios no están previstos sólo para atender a los montañeros, sino lógicamente también al resto de la sociedad en casos de accidentes de carretera, en el medio rural, en el mar, en el trabajo, etcétera, creo que el balance de gastos de los montañeros es positivo, ya que es una actividad saludable que seguro que ahorra recursos a la Seguridad Social, a pesar de algún accidente.
Es extraño que no se repare en grandes gastos y se repare tanto en éste. Por ejemplo, a España le cuesta 3.400 millones de euros al año tratar las enfermedades derivadas del tabaquismo. Este gasto es sólo el de Sanidad, al que se suma el laboral por bajas, que son otros 3.400 millones de euros, además de 55.000 muertos al año, muchos más que los de la gripe A, y esto ocurre todos los años. Por si fuera poco, 1.200 personas mueren al año en España por ser fumadores pasivos, algunos, trabajadores de la hostelería, expuestos en su puesto de trabajo a un riesgo cierto y en contra de lo que dice la ley de Prevención de Riesgos Laborales, sin ninguna protección para controlarlo.
Lo mismo podríamos decir del alcohol, de la vida sedentaria, de la obesidad por exceso e inadecuada alimentación, del exceso de trabajo, etcétera. Todos estos casos son debidos más que a imprudencias a temeridades, ya que todo el mundo conoce el resultado final de estos hábitos.
Sin embargo, no ve ninguna preocupación por estos aspectos, ni siquiera por que se cumpla la ley vigente. Y basta con entrar a una cafetería cualquiera y veremos a niños junto a fumadores.
Hoy día a nadie se le cobran los servicios prestados por estas causas ni por otras, por lo cual ¿por qué se tiene que cobrar a los montañeros?
Una de dos, si los servicios los pagamos cuando se nos prestan tendríamos que pagar menos impuestos, aunque creo que lo mejor es que los servicios se paguen con los impuestos.
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