Las ignotas fachadas en los pasos de peatones, quiero decir...
No se incomoden por el adjetivo de dichas fachadas, quiero decir, los propietarios que gastaron dinero en su renovación. Cierto es que se aprovecharon de una importante subvención del Ayuntamiento para impactar en los visitantes, quiero decir, en las únicas personas con afán de descubrir lo que posiblemente también tiene su ciudad y no aprecian.
Dicha subvención se produjo en un período pretérito de dispendio, quiero decir, de desmedido afán de notoriedad.
No obstante, dichas fachadas no sufren mayor indiferencia que el resto, porque, volviendo al asunto, ¿alguna vez han visto mirar a un transeúnte hacia arriba? o ¿hacia adelante? Quiero decir, ¿vivimos en un mundo de dos dimensiones?
No puedo remediar entrar en el debate de los semáforos, del que soy un enfermizo adepto, pero ¿hay algo hacia abajo además del móvil y las cagadas en las aceras? Quiero decir, ¿paseamos nuestra ciudad?, ¿disfrutamos del entorno?, ¿somos capaces de indicar a algún foriatu qué fachadas ha de encontrar para llegar a su destino?, ¿por qué remodelamos las fachadas, que nadie mira?, si vivimos dentro.
No digo que no luzcan las fachadas cuando se renuevan, pero, quiero decir, sabemos que lo viejo se mantiene, mientras lo nuevo, si se presume, necesita de un continuo mantenimiento.
Ya me volví a desviar del tema base. ¿Cómo se va a mirar a las fachadas en un paso de peatones, quiero decir, de cebra, si aquí no hay cebras?
Haciendo un símil, se cumple el Evangelio de Mateo (Mt. 19,24), "es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que el rico entre el reino de los cielos", es decir, "por el paso de peatones no pasa ni Dios", al menos en verde.
En conclusión, y por analogía, propongo equiparar la multa a los conductores (200 euros y tres puntos) con una multa a los peatones que pasen en rojo (20 euros y tres minutos mirando a la fachada de enfrente). Pero que no se frote las manos el erario, quiero decir, los 20 euros, para renovar las fachadas.
José Benito Álvarez Bravo
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo