¿A quién representa el alcalde de Siero?
A la chita callando, sin contar con la Corporación ni darle tan siquiera la opción de debatirlo, el alcalde de Siero se ha embarcado en un viaje institucional a Israel no se sabe si para recibir lecciones prácticas de convivencia democrática intercultural, para cultivar su conciencia antiapartheid o para denunciar in situ el genocidio sionista contra el pueblo palestino. El secretismo con que ha planificado el viaje hace sospechar que ninguno de los propósitos anteriores ha sido el real, sino más bien motivos inconfesables asociados a una campaña de propaganda internacional del Estado judío.
Me resisto a pensar que este señor pueda representar la sensibilidad de su partido. Dentro de la militancia socialista forzosamente tiene que haber otra jerarquía de valores que nada tenga que ver con el medro personal como única aspiración política. Siero no se merece esto. Un concejo que se ha caracterizado por ser abanderado de los derechos humanos a nivel internacional no puede tolerar que la primera autoridad municipal pisotee impúdicamente esa honrosa seña de identidad cooperando con un Estado terrorista que masacra a diario al pueblo palestino y se burla del derecho internacional. Como ciudadano de Siero me duele y me repugna. Me pregunto si este señor tendrá valor para sostener en sus manos el premio a los derechos humanos que el Ayuntamiento otorgará el próximo 10 de diciembre. A mí me quemaría.
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