Una propuesta que ofende
Podemos ha presentado una propuesta no de ley en el Congreso que insta al Gobierno a una reforma del Código Penal para suprimir el artículo 575, que regula el delito de enaltecimiento del terrorismo. Creo que estamos ante una provocación más, la enésima de Pablo Iglesias, con respecto a esta lacra que padeció España.
Afirma el líder de Podemos que quiere proteger el humor negro, y todo, estos días después de apoyar a los agresores de los guardias civiles de Alsasua (Navarra), considerándolos víctimas de una encarcelación exagerada por una simple pelea. No es novedad alguna todo esto en el líder de Podemos. Ya en su momento se negó a firmar el pacto antiyihadista, y en el texto de la propuesta pide revisar también los delitos de injurias y calumnias, que cortan el derecho a la libertad de expresión. Pretende así proteger a los tuiteros al eliminar de la legislación el artículo que define a las víctimas del descrédito, el menosprecio y la humillación.
Pablo Iglesias ha tratado a Otegi como un preso político y hombre de paz, abriéndole las puertas del Parlamento Europeo. Podemos ya firmó un manifiesto en el que pedía a la Audiencia madrileña que no acusara de delito de terrorismo a los agresores de varios guardias civiles. En su entrevista con Alsina, Pablo Iglesias, cuando el periodista le preguntó cómo era posible que opinara con tanta rotundidad sobre lo de Alsasua sin haberse leído el artículo: "Es que, por esa regla, no podría opinar de nada", le respondió el secretario general de Podemos.
Creo que, con todo lo reseñado, ya ha dejado muy claro cuál es su opinión, como también el bajísimo nivel de su vocabulario y su comportamiento en el Congreso. Ya sabemos que el descaro cotiza al alza, pero estarán conmigo en la ligereza con la que trata el terrorismo y a una institución como la Guardia Civil, que siempre gozó desde su nacimiento, hace 173 años, del aprecio de todos los ciudadanos por la gran labor que realizó en los pueblos de toda la geografía española, fundada en los conceptos del valor, la disciplina y una rígida instrucción al honor y la subordinación al poder establecido, fuese quien fuese. Sólo esperar que todo esto le pase factura tanto a él como a Podemos.
Leyendo las entrevistas y declaraciones con Pablo Iglesias y revisando vídeos de intervenciones suyas en distintos momentos y situaciones, me he acordado de una frase de Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros".
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