El mausoleo franquista

Hace más de un año que un juez ordenó, por sentencia firme, que se hiciera la exhumación de dos hermanos, en el Valle de los Caídos, el conjunto monumental franquista, donde hay enterradas unas 33.000 personas, más de 12.000 de ellas sin identificar, y que el Gobierno no ha cumplido alegando problemas técnicos. Patrimonio Nacional, encargado del Valle, y el Gobierno han tomado postura común justificándose en la complejidad para ejecutar el fallo. También ambos han eludido contar que el primer obstáculo lo puso hace seis meses la Abadía del Valle de los Caídos.

La condición que pusieron los monjes capuchinos fue que antes de tocar nada se obtuviera el permiso del resto de las familias de las víctimas enterradas en esa fosa común. En la práctica, conseguir esto es imposible ya que hay cuerpos sin identificar. Tras el veto de los monjes, Patrimonio encargó un informe a la Abogacía General del Estado para saber "el modo en el cual proceder", que se convirtió en el tercer dictamen solicitado, tras otros dos técnicos, que se habían pedido en otras ocasiones.

La verdad de todo esto es que fueron unos secuestradores de cadáveres, profanadores de fosas. Todos los elementos para un relato gótico. Franco los mandó exhumar de las fosas comunes que los contenían y sin conocimiento de las familias los trasladaron en cajones colectivos al gran catafalco franquista. Contaban por calaveras y en el gran cajón sólo dejaron escrito la fosa común de donde procedían.

Se puede preguntar: ¿Quiénes son las personas que parece son los amos del complejo del Valle de los Caídos?, rechazan un mandato judicial, y nadie les dice nada, hasta qué punto hemos llegado, ¿es de ellos el negocio que tienen montado?, ¿son de ellos los restos allí depositados?, cada uno en su sitio deben obedecer los mandatos judiciales o atenerse a las consecuencias de recibir el debido y correspondiente castigo, mientras no se demuestre lo contrario esos restos son de quien acredite que allí están depositados los de un familiar y además no creo nada cristiano que nieguen sin siquiera mando judicial el que alguien pretenda recuperar lo que allí esté depositado.

Pero vamos a ver, ¿lo ordena un juez, lo impiden unos monjes franquistas y aquí no pasa nada? El Gobierno para variar calladito hasta que lo pillan y sacan justificaciones estúpidas. Qué impotencia siento. Yo no tengo a familiares enterrados en cunetas ni en mausoleos de un dictador, pero tengo empatía y me enerva que las leyes vayan tan rápido para unas cosas y tan despacio para otras. Luego van de buenos cristianos esos que se valen de la burocracia para que la gente no pueda enterrar a sus familiares donde les dé la gana. Partiendo de la base de que ese mausoleo es una afrenta al (ya escaso) sentido democrático de este país, que el hecho de que un dictador que gobernó con puño de hierro este país durante 40 años, que aún se celebren misas por él y que meterte con el monumento te puede valer una denuncia ante la fiscalía, y que ésta la acepte, yo creo que no hace falta decir más. ¿Qué ocurre? ¿Que por encima de la autoridad de un juez está la de unos monjes? ¿No se les aplica condena por obstrucción a la Justicia? ¿O es que el Gobierno español teme ir al infierno si "desobedece" a estos curas?

Esta es la España del PP, en cualquier país serio se manda a la Policía con el dictamen del juez y se hace cumplir la ley por encima de monjes, monjas y lo que haga falta..., pero por lo visto aquí es más fácil hacer eso con gente a la que desahucian de un piso, a los cómicos y gente que hacen chistes que a ellos nos les gustan, que con estos inquisidores, si ya lo dice el dicho "con la Iglesia hemos topado".

La cruz del Valle de los Caídos representa la más humillante de las tragedias de la historia de España. Representa a la Inquisición con su más atroz persecución y exterminio de unos españoles contra otros por ideología. Representa a la clase dominante rodeada de cadáveres de sus víctimas como en las culturas indígenas, y para darle un contexto de Estado nacional católico tomamos la cruz como símbolo. La cruz romana donde crucificaban a los esclavos y opositores del imperio, los cristianos seguidores de Cristo deberían sentirse ofendidos porque esa cruz represente al terror y la muerte y el exterminio de miles de españoles.

Yo propongo esta solución: se desmonta la Cruz. Se entregan los restos de Franco y José Antonio a sus familias. Se sacan los restos de las más de 30.000 personas allí enterradas. Se identifica a los que se pueda y se entregan a sus familias si son reclamados: los restantes se entierran conjuntamente en un cementerio con una lápida que ponga únicamente "Víctimas de la Guerra de España". Se desaloja a los monjes rebeldes y que se busquen la vida. Se cierra el conjunto y se tira la llave. El tiempo hará el resto.