Valiente para robar, cobarde para dar la cara
Cuando se es valiente para hacerlo mal , si te " cazan " lo suyo es serlo también para reconocerlo .
Me refiero a todos los casos que se hacen públicos de personas con más o menos responsabilidad que " meten la mano ", se corrompen, compran y venden voluntades, se quedan con dinero, entran en negocios en los que éticamente no deben entrar, etc, etc , etc , y luego cuando pasan a ser " imputados " (palabra cada día más en uso), se defienden ante los tribunales como si fueran niños a los que hubieran cogido robando gominolas o estudiantes a los que pescan una chuleta en un examen.
Un poco de dignidad, ya que no la tuvieron cuando debían tenerla, lo mínimo sería que reconocieran abiertamente los hechos y no anduvieran escurriendo el bulto e intentando que no se demuestre lo que es obvio o calculando a ver cuánto pueden ocultar para que el castigo sea menor.
Últimamente hemos visto al Sr. Villa , otrora todopoderoso, no ya sólo en camilla y ambulancia, sino sin afeitar, con melena y aportando informes médicos de su deterioro (del cual yo no dudo), pero a poco que uno sea un poquito mal pensado, parece como que la cosa, presuntamente, iba de puesta en escena.
Hombre, a mí me da vergüenza ajena, me hubiera gustado más verlo igual de digno y poderoso, declarando sus pecados, que cuando daba esos mítines, asistía a todos los saraos y tenía tanto, tanto poder.
También vemos al Sr. Rato, otrora todopoderoso Ministro, Vicepresidente y demás buscando trucos para que la cosa le sea más leve. Éste va afeitado pero de dignidad poca también.
Y como estos dos, tantos otros, desgraciadamente.
Parece ser que la dignidad y la hombría se dejan para cuando se hacen mal las cosas, luego se olvida uno de todo y se busca por todos los medios la salvación.
Por eso todavía hay categorías hasta dentro de los delincuentes.Y no precisamente los de guante blanco son más elegantes.
Muchos rateros de la calle, probablemente den la cara con más " honor " que todos estos otros que fueron tan , tan y ahora son poco menos que pedigüeños de una justicia que les sea lo más leve posible y les limpie de un deshonor que ellos mismos se labraron.
Y encima, personajes públicos, con cargos de responsabilidad pública, a los que se supone no ya que tienen que dar ejemplo sino que sean ejemplares.
Señoría, yo no he sido, yo no sabía, yo no era consciente, soy un chivo expiatorio, no es cierto lo que dice la acusación, se me está haciendo un juicio paralelo por los medios de comunicación, yo nunca tuve dinero en paraísos fiscales, nunca robé nada, no, no, no
Casi es peor esto que viene después que lo anterior, porque caer en la "tentación " no es lo deseable, pero luego comportarse como un cobarde es patético.
Y ese es el espectáculo que un día sí y otro también estamos contemplando , ya no atónitos porque a todo se acostumbra uno , sino desilusionados y viendo como ya sean partidos políticos, sindicatos , empresas públicas , privadas , bancos , casa real y un largo etcétera han sido y siguen siendo por ahora , un nido de sinvergüenzas que bajo "palio " han hecho las cosas tan mal que mucho tiempo tardaremos en volver a tener confianza en que las cosas funcionen como tienen que funcionar.
Para luego intentar tapar y barrer debajo de la alfombra toda la basura que tienen que ocultar porque miedo da que se produzca un movimiento sísmico que lo limpie todo.
La frase " mienten más que hablan ", les va como anillo al dedo.
Yo soy juez y cae un caso de estos en mis manos y me costaría mucho ser imparcial porque ante la postura de intentar escurrir el bulto , no reconocer las cosas y ver cómo logran salvarse de la quema , tentaciones tendría de ser más duro de lo legalmente permitido.
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