"Escandalera" por el AVE
Innumerables debates y ríos de tinta corren cuando de lo que se trata es de la conveniencia, o no, de que la línea de Alta Velocidad, o AVE, llegue a Asturias en toda su extensión. Se discrepa políticamente sobre si la línea tiene que ser exclusivamente de pasajeros, y no además de mercancías. Lo que nadie duda será una merma económica para esta región, ya de suyo bastante empobrecida. Amén de quienes quieren que únicamente esta Alta Velocidad llegue hasta Pola de Lena, olvidándose de que la capital está en Oviedo y un poco más allá Gijón. Dos ciudades que no pueden quedar excluidas del macroproyecto. Un proyecto, eso sí, lento, probablemente elaborado sin las previsiones suficientes para ser eficiente en un plazo razonable. Y que, para ahondar aún un poco más, fue abandonado en la época más crucial de la crisis, lo que supuso un deterioro que ahora sale a la luz y que debemos a la ineficacia de nuestros políticos. A sus continuas discrepancias, a interminables debates que, al menos aparentemente, nada tenían o tienen que ver con el bienestar de los ciudadanos. El AVE para Asturias es un arma arrojadiza que se lanzan unos a otros con dislates de mayor o menor calado, sin tener en cuenta la opinión del ciudadano, que es, a la postre, el destinatario final.
Lo dicho es sabido por todos, fundamentalmente porque los medios de comunicación se hacen constante eco de unas u otras opiniones. Yo quisiera referirme a la opinión que quien fue subsecretario del Ministerio de Cultura, Ignacio Quintana Pedrós, puso de manifiesto en este diario el pasado 5 de abril. Estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de que el ciudadano opine y exija, por lo que me sumo a esa "segunda Escandalera" que propone, tal que la organizada en 1881 en la plaza que luego tomó su nombre, precisamente para reclamar el trazado del ferrocarril para cruzar Pajares.
Si los políticos no responden por las buenas, habrá que forzarlos, deberíamos organizarnos y volver a la Escandalera, ahora ya plaza, para hacernos oír. Que, como muy bien dice el subsecretario Quintana, para otras comunidades, que sin duda gritan más, van los dineros de los españoles (4.200 millones de euros para infraestructuras en Cataluña).
Me sumo a su propuesta, porque está claro que, como vulgarmente decimos por esta tierra, "el que no berra, no mama". Unámonos para que el proyecto no quede, como mínimo, a medias. Asturias necesita una estructura ferroviaria que la saque del aislamiento que su orografía genera. Hoy ya casi nada es imposible.
José María Martínez Vallina, Oviedo
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