Juan, gracias de corazón
El pasado día 19 de abril se nos fue para siempre mi padre, Manuel Crespo Hernández. Dentro de la enorme tristeza, tenemos en la familia un reconfortante sentimiento de gratitud hacia las numerosísimas personas que nos han apoyado en estos últimos y durísimos meses.
Tras ponernos en contacto con el centro de salud, nuestra sorpresa y decepción fue mayúscula cuando supimos que es muy sencillo presentar una reclamación, pero simplemente no se contempla la posibilidad de manifestar lo contrario. Como mínimo, debería ser igual de fácil quejarse que felicitar. Ojalá alguien tome medidas al respecto y esto cambie.
Sería tremendamente injusto no dejar constancia de lo agradecidos que estamos al equipo de cuidados paliativos que le y nos atendió. Decir que el doctor Juan Santos es un profesional como la copa de un pino, además de una persona excepcional, que, sin la menor duda, hace honor a su apellido o que su nivel de implicación ha sido insuperable seguramente aún no sea suficiente.
Querido Juan, mi padre estaba encantado contigo y enseguida comprendimos el porqué. En nombre de toda la familia, millones de gracias.
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