Para superar dificultades, mejor planteamientos positivos
La deontología médica es el conjunto de principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la conducta del profesional del médico. Este Código sirve para confirmar el compromiso de la profesión médica con la sociedad a la que presta su servicio, incluyendo el avance de los conocimientos científicotécnicos y el desarrollo de nuevos derechos y responsabilidades de médicos y pacientes. Que atenderán con la misma diligencia y solicitud a todos los pacientes, sin discriminación alguna.
Las quejas de un paciente o familiar no deben afectar negativamente a la relación médico paciente ni a la calidad de la asistencia que se le preste, todo lo contrario; debiera ponerle en alerta y pensar que ¡algo no estaremos haciendo del todo bien entre todos! Hasta el Papa Francisco también arremetió contra "el silencio ante las injusticias" duele la cachaza y lentitud de nuestra Sanidad; justificándolo todo a unas listas de espera que tal parece deben remediar otros ajenos a quien las provoca y no saben ponerles freno y solución. Un enfermo tiene que percibir que su médico está luchando para sacarle de la enfermedad sin acogerse a protocolos fríos como el hielo (que recorren las venas congelando la sangre) que aunque pareciera igual a la de otros, no todos somos iguales ante los retos que nos propone y dispone la vida.
Es común por parte de los profesionales "el curarse en salud" sin darse cuenta el sufrimiento a enfermo y familiares; la espera, con resoluciones y conclusiones pesimistas, se hace endemoniadamente desesperante; sería más humano y valiente, decirles: tienes una enfermedad u operación complicada, añadiendo de inmediato: confía en nosotros, en los profesionales, entre ambos haremos lo necesario e imposible para salvar esta situación tan delicada. Creo que esa es la manera de empezar a luchar contra las dificultades que conlleva cualquier enfermedad u operación compleja. Pero en muchos casos, tal parece que el profesional se predispone de cara a los demás a la derrota, por si éste fuera el resultado al final del partido, en espera que luego nadie les echara en cara lo que ya predijo. Aunque luego sabemos que todo profesional hará todo y más por sacar al enfermo de cualquier situación ¿Por qué entonces plantean el partido a la defensiva, si sabemos que irán al ataque? Hagan una reflexión al respecto, les hará bien a ustedes y a sobretodo enfermo y familiares. Un entrenador, no hace una charla así a sus pupilos, aunque sepan que ganar es tarea casi imposible, pero animando, siendo positivo y viéndole a él con capacidad de saber lo que trae entre manos, los jugadores saldrán al campo eufóricos y ganarán a cualquiera rival. Pero si por el contrario el discurso es negativo y pesimista, anímicamente ya están entregando el partido antes de jugarlo, los jugadores saldrán a la cancha, vencidos de antemano ¿Es tan difícil de comprender algo tan esencial y simple?
Muchos médicos cumplen a diario denodadamente entregándose a enfermos y familiares, aunque ahora estamos viviendo los tiempos de un mundo deshumanizado, donde está de moda, se lleva: "el sálvese quien pueda" competir a costa de lo que sea, y encontrar enchufe para todo, incluido para curarse en nuestra Sanidad Publica; y quien no pueda competir y no tenga apoyos, se prepare para sentir la más despiadada discriminación de esta sociedad, para encontrar un empleo digno y hasta para curarse en tiempo y manera. Los valores deben estar marcados a fuego en todos, pero sobremanera en profesionales al servicio de los más débiles de esta sociedad, cómo son los enfermos; nada tiene que ver con ética, moral, creencias o pensamiento de cada cual, sino: Responsabilidad, solidaridad, sensibilidad y humanidad.
Un abrazo a todos los profesionales que se sintieron dañados por mis criticas anteriores, no era mi intención personalizar en nadie, mi queja es contra protocolos y funcionamiento en general, pero que cuando te toca de cerca, sientes que con un poco de humanidad y sensibilidad, todo sería como más asumido y superado en este despiadado escenario que nos toca vivir.
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