Equipaje de amor para...
Emulando a Rodrigo Rubio, "Equipaje de amor para...". El camino que el viernes 28 emprendimos cinco personas acompañando a tres parejas que íbamos a dejar (en compañía de otras cinco procedentes de otras comunidades) en el monasterio de Nuestra Señora de Soto Iruz, en Cantabria, era eso: un hermoso y entrañable equipaje con un destino incierto, para que durante 46 horas vivieran un encuentro consigo mismos y, sobre todo, con sus parejas y con el propósito último de confirmar que, ciertamente, cada uno había acertado en la elección de su pareja y reafirmar, consolidar que el amor por el que habían decidido compartir la vida juntos permanecía como argumento de unión. También para, imitando ahora a la RAEL, para, digo, limpiar y darle brillo a ese sentimiento y, acaso, lo más importante: ahuyentar la rutina y recobrar la ilusión del sueño surgido al comienzo del caminar juntos por la vida. Ciertamente, la felicidad está en el camino, en el de ida con sus altos al pie de una taza de café. Razón tenía Rubén Darío cuando afirmó aquello de que en lo negro de un buen café hay tantas historias como en un frasco de tinta. Sí que hubo esas historias, inolvidables, nos confesaron emocionados: para no olvidar nunca jamás.
El de regreso no termina al franquear la puerta de entrada en los hogares respectivos. Simplemente, ha comenzado al salir de aquel vetusto monasterio medieval, donde vivieron el Fin de Semana (lo digo así, con mayúsculas, pues es un protocolo propio del exquisito movimiento Encuentro Matrimonial). Ahora..., a partir de ahora, queda por delante el camino que les quede. Igual que durante esas 46 horas fueron de mirada introspectiva e íntima, otros -los otros- estábamos rogando por que todo "saliera bien". Salió bien.
Encuentro Matrimonial es un movimiento laical, aunque de orientación cristiana, exquisito cual ninguno, que trata de espantar la rutina y dar brillo, mejorar sea cual fuere la relación matrimonial de la que se beneficia directamente la propia pareja y, a modo de complemento directo, los hijos y todo el entorno.
Felicitamos a todas la parejas que han vivido el Fin de Semana, al equipo "impartidor", a la Comunidad de Cantabria, que los cuidó, y a todos cuantos les hemos recibido, entre emociones, a las estremecidas personinas que verdaderamente son un equipaje de amor para la esperanza. Y es que, como dijo el poeta, estamos hechos del mismo material que los sueños.
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