El campo y la Ascensión

Como apicultora profesional, me gustaría exponer a la ciudadanía las dificultades que nos está poniendo la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), y, por ende, el Ayuntamiento de Oviedo, para participar en la Feria de la Ascensión.

Tras unos años en este camino, después de la recolección de 2016, nos decidimos a participar en ferias, tres ferias desde octubre (vamos, que nuestra experiencia es muy escasa, pero hasta el momento había sido excelente).

Como ovetense y como amante de la Ascensión, comencé en diciembre a ponerme en contacto con el Ayuntamiento de Oviedo para manifestar mi deseo de participar en la feria. Nadie sabía nada, las cosas de palacio ya sabemos que van despacio, y entendí que fuese pronto.

Simplemente, quería unas directrices, era la primera vez que quería participar de esta forma en la Ascensión, desconocía los requisitos que iban a pedirme, cuáles serían los pasos para optar al puesto, el procedimiento...

En enero sigue siendo muy pronto. En febrero, al menos me facilitan un correo electrónico al que dirigirme, correo del que recibí respuesta el 24 de abril, pero algo es algo. Además, ese día descolgó el teléfono alguien amable que me informó que hasta después de Carnaval no se pondrían con ello.

Pasa Carnaval y seguimos sin noticias, pero insistiendo. La prensa se hace eco de las primeras publicaciones, descuelgo el teléfono y llamo a la SOF. Ellos ni siquiera sabían qué se había publicado en prensa...

El 24 de abril tengo respuesta del correo enviado en febrero. En él se facilita el enlace a las bases y se informa de un plazo de 10 días, hasta el 4 de mayo, para presentar la solicitud y demás documentación.

Lees, lees, lees y relees... y se te empiezan a quitar las ganas. Las ganas de participar en la feria de tu ciudad, la feria que para ti es referente y la que empezaste a adorar desde que tienes uso de razón. El campo, la agricultura y la ganadería hace mucho que no le importan a Oviedo, de la misma forma que no le importan los agricultores y los ganaderos.

A todas las ferias a las que asistí, tuve que presentar documentación, lógico, por supuesto. Pero en todas lo pude hacer con un clic, con ayuda telefónica, con amabilidad y sobre todo sintiéndome bien recibida. Pero, amigo... ahora jugamos en casa y... ¡Oviedo es diferente!

En la Feria de la Ascensión, entre otras cosas, se exige un certificado, que me parece estupendo, pero que para obtenerlo hay que abonar una tasa de 3,54. Pero es que no es solo eso, es que ahora queda esperar una semana por el "papelito" (y si les da tiempo, porque hay muchas solicitudes). Curioso... hasta el momento presenté varios certificados, obtenidos gratuita y electrónicamente, y, lo que es más importante... según hice clic, tenía el certificado. Parece que a la capital del Principado no ha llegado la era digital...

Y no... la solicitud de la SOF no tiene la típica casilla que tienen hoy la mayoría de los formularios, que permite autorizar, en este caso al Ayuntamiento de Oviedo, a consultar documentación a otras administraciones (sería demasiado cómodo para los solicitantes, y, visto lo visto, no estaría al alcance de la capacidad de los gestores).

Pero no es solo eso, sino que se pide documentación OBSOLETA:

- El carné de manipulador de alimentos NO EXISTE en apicultura, así que les adjunto la documentación que acredita mi formación de "Buenas prácticas en la obtención de productos de la colmena".

- Y el registro sanitario NO ES OBLIGATORIO para vender en producción primaria, como es nuestro caso. Nosotros vendemos nuestra miel, nuestro polen, PRODUCTOS DE ASTURIAS. Para obtener un registro sanitario, a día de hoy, es necesario o bien importar, o bien exportar miel.

Al día siguiente de recibir el correo electrónico, me puse en contacto telefónicamente con la SOF. Solo les faltó colgarme antes de descolgar. Ser más desagradables parecía imposible. Y digo parecía porque hoy lo consiguieron.

Preparo la documentación, todo en orden, epígrafe a epígrafe, lo grapo y me voy a la SOF. ¡Ay, amigo! Pues el personal de la SOF no puede quitar una grapa, no puede leer los documentos, no. Es mucho más cómodo entregárselo al ciudadano que tributa para mantenerle ahí sentado, decirle que lo desgrape y que se los vaya dando uno a uno según se los vaya pidiendo, en el orden en que ya estaba colocado... Todo esto no se hace de buenas maneras, ni con educación, ni con tacto, sino con soberbia y con prepotencia.

Pues ahí les queda mi documentación. Espero que sepan tratarla con el respeto con el que yo trato mi trabajo. Por el contrario, ferias del resto de Asturias ya nos han demostrado que estarán encantados de acogernos.