La Justicia

8 de Mayo del 2017 - Fermín Gil Alonso (Benidorm)

Hace tiempo que no escribo. Y motivos no me faltan para hacerlo. Me sobra miedo, sobre todo de algunos temas. Por ejemplo, de la justicia, así, con minúsculas (a la que tanto respeté y admiré, y ahora sólo la temo), de este país.

No me refiero a esa justicia que tienen los privilegiados (Rato, Blesa...). La que está en todos los focos. La justicia político-económica (ambas). La que otorga "todas las garantías" a los corruptos. Esa funciona más o menos... Fiscales y jueces cuestionados aparte por distintos motivos. Unos por venderse y otros por no venderse a los poderes económicos y políticos (todos muy relacionados entre ellos). Esa, más o menos, va funcionando. Sobre todo desde que les quitaron a los funcionarios alguna paga extra y les congelaron el salario. No, no me refiero a esa justicia.

Me refiero a la justicia que usted y yo, ciudadanos de a pie, pagamos y requerimos. Esa... de puta pena. Increíble (espero no me empuren por esto, como no lo hacen cuando habla Revilla; al ex alcalde de Jerez, si lo empuraron por decir que "era un cachondeo").

Me refiero a la Justicia con mayúsculas. A la honesta y sana. A la que pagamos para que resuelva conflictos y no para crearlos. A la que no es "de brocha gorda" para cubrir el expediente. A la que podría evitar, si fuese justa, suicidios, asesinatos de mujeres, niños y ancianos, si actuara decentemente de forma preventiva (con esos indicios que cuando les da la gana se aplican, depende del poder de influencia de alguna de las partes, y cuando les sale de los c... les parecen insuficientes).

Me refiero a esa justicia que respeta siempre la presunción de inocencia, la mínima intervención, el bien real del menor. A esa justicia en que la verdad real se parezca, aunque solo sea un poquito, a la verdad judicial. A esa justicia "justa" real, y no en manos de ciertos manipuladores indecentes ni de abogados influyentes que no responden para nada al código deontológico. En fin, a la justicia que entiende el pueblo llano y decente, los que les pagamos con nuestros impuestos. La que hace devolver lo robado.

Como en cualquier colectivo profesional, en el de los togados también hay corruptos, por interés, por omisión, por vagancia, por incapacidad para su función, por... No sé si son muchos o pocos, pero por experiencia y estadística, la muestra es pequeña, me empieza a parecer que son más que en otros colectivos. Y vamos jodidos... ¿Quién les controla?, ¿ellos mismos a sí mismos?, ¿se valora la figura en este ámbito del delator, denunciante o mal llamado chivato, o funciona el corporativismo de hoy por ti y mañana por mí?, ¿se amparan en que "estos casos menores" no tienen ningún efecto en los medios de comunicación? Me da que sí. Que se amparan en eso.

Criticamos a la prensa, pero el día que la terminen de acallar o comprar, vamos j... Un asco y una impotencia.

Nota: espero, deseo y confío que no me salga por ahí algún fiscal indecente y/o vago y ocioso, que pretenda obtener cierto protagonismo empurándome. Me estoy planteando muy seriamente irme de este maravilloso país (lo sería si tuviésemos otras autoridades políticas, policiales y judiciales). No me empujen y aceleren, porfa.

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