Cicloseguridad vital
Sólo con la lectura del título, se podrán hacer una idea de qué van estas líneas: la seguridad de los cicloaficionados, tema de vital importancia para todo el mundo, y digo todo el mundo porque unos serán de los que ciclan, otros de los que van en coche y otros muchos de los que utilizan ambos medios de desplazamiento.
Leo con asombro la noticia que sale publicada en este medio el 9 de mayo en la sección de Cuencas en la que se informa de que el Ministerio de Fomento rechaza iluminar los túneles de la carretera nacional N-630 que une Oviedo y Mieres, tal como demanda Tráfico, ante la insuficiente seguridad de ese tramo por la falta de luz, así como la carencia de arcén. El argumento del Ministerio es la escasa longitud del túnel: por debajo de los 200 metros de largo sólo estarían obligados a iluminar los túneles urbanos.
Pues bien, tanto énfasis que se está dando a la seguridad de los que ciclan, con campañas televisivas, amplia difusión de accidentes, haciendo hincapié en las normas de circulación tanto para automóviles como para bicicletas..., no entiendo que nuestro Gobierno se niegue a la iluminación de un túnel teniendo sobre la mesa un informe de Tráfico alertando de la peligrosidad de un tramo concreto, en el que, además, ya ha habido accidentes importantes. Una y otra manera de actuar no concuerdan.
Como es obvio, existen cosas que no se pueden corregir para mejorar la seguridad vial, como pueden ser el trazado de la vía, el flujo de vehículos, las condiciones meteorológicas..., pero otras, en cambio, sí. Y sobre ellas hay que actuar de oficio: el estado del asfalto hay que mejorarlo para que la adherencia de los vehículos sea la óptima, los arcenes de las calzadas deben estar limpios para poder circular por ellos, los túneles no tienen que ser cuevas oscuras y deben ser iluminados para que todo sea visible en el interior. Y más.
Entiendo que hay leyes y normas a las que ajustarse, pero los casos concretos en los que se han objetivado deficiencias deben tener un trato especial. En esta cuestión de la N-630, no comprendo por qué, a pesar de la norma escrita que argumenta el Ministerio, se niega la iluminación de un tramo que tiene como único y primordial objetivo el de aumentar la seguridad vial. ¿Será por cuestiones técnicas? No lo creo. No debe de ser muy difícil colocar unas cuantas bombillas. ¿Será por dinero? Quiero pensar que tampoco sea el motivo. Todos estaremos de acuerdo en que tiene muchísimo más valor la vida de una persona (si es que se le puede calcular objetivamente) que cualquier actuación de tipo material, por cara que sea.
¿Será por motivos políticos? Casi que me inclino por este, pero es bien triste que los colores que gobiernan nuestro país estén por encima de los intereses de los ciudadanos, de las personas, más si cabe, tratándose de seguridad.
El caso es que yo, como simple mortal, no sé cuál es la razón y me gustaría que me la explicasen, si es que hay alguien que quiera y, más difícil aún, que pueda.
Quiero finalizar este texto con dos peticiones personales: sabiduría para gobernar y prudencia para circular. La primera, para vivir en calma, y la segunda, para ciclar con tranquilidad.
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