La vida de una médica del Servicio de Atención Continuada

Ilustrísimo señor consejero de Sanidad, me presento de nuevo:

Soy una médica trabajadora del SAC, Servicio de Atención Continuada del Sespa. Como me consta que Vd. también es médico, le ruego que si llega a finalizar la lectura de esta carta, me considere hasta entonces su paciente en sentido figurado. Como tal, permítame que, emulando un acto médico, le narre el motivo de mi consulta, desde cuándo me ocurre y a qué lo atribuyo, sin olvidar los antecedentes de interés.

Resulta que desde hace meses, me duele mucho y no se me quita con nada.

El desencadenante se produjo cuando, hace semanas, le escuché decir públicamente ante el micrófono de la Junta General del Principado (en su discurso de réplica a la intervención de la diputada de Foro doña Cristina Coto, exponiendo nuestras reivindicaciones) que los facultativos del SAC cobramos nada menos 60 euros brutos por hora, error involuntario que le agradezco corrigiese al día siguiente en una pequeña nota impresa. Aunque hubiera sido deseable que rectificase en el mismo lugar donde se confundió, dado que la población en general le escuchó en directo, pero luego pocos ciudadanos leen las notas y comunicados de prensa de la página oficial de su Consejería. Si ya hubiera rectificado en sede parlamentaria, le ruego entonces sea Vd. el que acepte mis disculpas.

Soy médico de urgencias extrahospitalarias, aunque se nos llama SAC. Mi vida profesional, tiempo personal y entorno giran alrededor de una cartelera de guardias a un mes vista en los centros de salud urbanos y rurales del Área 3 del Sespa.

Dichas guardias duran entre 5 y 7 horas por las tardes, a diario, y hasta 14 horas, de 8 de la mañana a 10 de la noche, sábados, domingos y festivos, en los PAC urbanos (puntos de atención continuada), y de 17 horas de tarde y nocturnas por semana (de 3 de la tarde a 8 de la mañana del día siguiente) a 24 horas, con triple turno ininterrumpidamente, los sábados, domingos y festivos, en los centros de salud rurales.

El enfermero y el médico del SAC, a solas en dichas guardias rurales, asistimos sin la colaboración de ningún personal administrativo ni auxiliar a los pacientes. Les abrimos la puerta, les identificamos y les citamos en el ordenador. Somos profesionales a la cabecera del enfermo, en el amplio sentido de la frase, en el ambulatorio o en el domicilio de la persona enferma, tal como enseñaban los maestros de la medicina desde la antigüedad, con los mismos principios y doctrinas de procurar alivio al que sufre respetando su intimidad por obligado juramento.

Nuestros compañeros de guardia son los siguientes:

- Los técnicos de la ambulancia BETA de la zona que realizan con nosotros los traslados de pacientes graves o potencialmente graves al hospital de referencia. Los taxistas concertados con el Sespa que nos desplazan a los domicilios de pacientes que no pueden acudir a los puntos de atención continuada. El personal de limpieza con quienes coincidimos unas horas; el personal de mantenimiento que acude para resolver alguna avería. El equipo del SAMU de la uvi móvil coordinado por el 112 que interviene en las emergencias y urgencias vitales. La Guardia Civil, Policía Científica y de Tráfico, además de los Bomberos del Principado, ya que somos el primer equipo sanitario en acudir a numerosos accidentes de tráfico y siniestros que, desgraciadamente, ocurren cada vez con más frecuencia en el ámbito rural.

- En el medio urbano, la Policía Local y la Policía Nacional son las Fuerzas de Seguridad que nos apoyan. Incluso dichas Fuerzas acuden en nuestra ayuda muy a menudo cuando nos vemos amenazados por algún usuario potencialmente peligroso, ya que no disponemos de personal de seguridad fijo. Concretamente, en el Area-III del Sespa, que comprende los concejos de Cudillero, Pravia, Soto del Barco, Castrillón, Avilés, Gozón y Corvera de Asturias, sólo existe un vigilante de seguridad de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 8 de la tarde, que se desplaza únicamente entre los 4 centros de salud urbanos de la villa de Avilés y hasta los de Castrillón y Corvera en el coche de su empresa cuando le requerimos desde cualquiera de ellos, siendo el tiempo mínimo de recorrido entre dichos ambulatorios de más de 15 minutos. Por eso constantemente nos vemos obligados a recurrir a las FF. SS. cuando se produce una situación conflictiva por las noches o durante los fines de semana, como la presencia de algún paciente agresivo potencialmente peligroso para nosotros y para los demás usuarios presentes en esos momentos.

- Y por último, al teléfono, los teleoperadores y los médicos de la sala del 112 nos requieren y apoyan desde su base en La Morgal, así como nuestra jefatura de guardia de la correspondiente gerencia de área, resolviendo cualquier eventualidad que se pueda presentar.

- ¿Protocolos que utilizamos? Los mismos que utilizan los llamados oficialmente Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP). Lo saben bien nuestros gerentes y directores médicos y de enfermería, que conocen perfectamente la discriminación laboral que llevamos sufriendo años, a pesar de nuestra total disposición para colaborar en proporcionar un servicio óptimo y de calidad a la población.

- ¿Pacientes o usuarios que atendemos? ¡Los mismos, todos! Y ellos constituyen el motivo por el que nuestra labor sigue siendo apasionante. Son los niños febriles y ancianos fatigados que en Nochebuena comparten paciencia en la pequeña sala de espera de un centro de salud rural... Y nosotros dos solos, enfermero y médico del SAC, somos los que en Nochevieja nos las apañamos para aplacar los ánimos de algún usuario digamos "etílicamente indispuesto" que amenaza con partirnos la cara.

- Recientemente se han celebrado numerosos actos a nivel institucional por la igualdad de las mujeres, y honradamente he de decirle que nunca me he sentido discriminada laboralmente por el hecho de serlo. En cambio, todos los enfermeros y médicos que en Asturias integramos el colectivo del SAC, más de doscientos profesionales sanitarios mayoritariamente mujeres que asistimos a los pacientes de toda Asturias, incluyendo las llamadas coloquialmente "alas del Principado", desde Santa Eulalia de Oscos hasta Ribadedeva, realizando el mismo trabajo que los profesionales del SUAP de los centros de salud urbanos de la zona central, somos discriminados y no recibimos el mismo salario por idéntico trabajo debido a que no se nos reconoce el derecho a cobrar lo mismo que dichos compañeros por turnicidad.

- Como dato anecdótico, le explico, por último, que se da la coincidencia en el centro de salud de El Quirinal de Avilés de que, a diario, los 365 días del año, desde las 20.00 a las 22.00 horas, los profesionales del SAC ejercemos como SUAP en apoyo de este último equipo, debido a la mayor demanda asistencial que estadísticamente se produce en esas dos horas.

- En resumen: se están vulnerando nuestros derechos fundamentales como trabajadores por agravio comparativo con el SUAP, lo que a pesar de todo le puedo asegurar que no repercute en la atención que merecen nuestros pacientes, a los que desde aquí quiero agradecer su paciencia y comprensión.

- Reitero mi agradecimiento, que puedo asegurar comparten mis más de 200 compañeros, a doña Cristina Coto de La Mata, de Foro-Asturias, por su enésima exposición de nuestra problemática, de nuevo, el jueves, día 11, en la Junta General del Principado (pregunta número 11) , y a todos los diputados de la Junta General del Principado, que hace ya más de un año votaron por unanimidad a favor de nuestros derechos como colectivo sanitario de la sanidad pública: El SAC.

Postdata: Acabo de escucharle en directo responder en la Junta a doña Cristina Coto, Sr. Consejero, y le confieso que me siento abatida.