La Nueva España » Cartas de los lectores » Puertas giratorias

Puertas giratorias

18 de Mayo del 2017 - José Luis Peira (Oviedo)

En las guerras de antes se debía saber que una buena trinchera, o blocao, debería de tener al menos una vía de escape, si no dos, o más. La clase política actual y patria, particularmente en los partidos institucionalizados que durante lustros hicieron de su capa un sayo a medida, han confeccionado a pachas una suerte de vías de escape, a saber; si es para arriba, el amo les recompensa con puestazos vitalicios, con la única molestia de que de vez en cuando se desperecen y digan que el sistema mola mazo. Y si es para abajo, o sea, si les pillan con las manos en la masa del carrito del helado, pueden poner todos los palos en la rueda de la bicicleta del sistema judicial que les venga en gana y, si ese plan B les falla, que ya hay que estar pringado para ello, pues tienen el asunto de salir del trullo por viejecitos, por Navidad o por buen comportamiento. Cosas así.

Sale a cuenta. ¿Cuántos no aceptarían un par de años en el talego a cambio de unos milloncejos esperando al salir? El último caso de puerta giratoria por detrás arroja el foco al mecanismo. Este personaje, ahorro descripciones concisas, lloriqueaba hace unas semanas arañando la puerta de salida del calabozo, porque, a decir suyo, la familia lo estaba pasando fatal sin el sostén de sus recursos. Que trabajen de repartidores de pizza o de teleoperadores, como hacemos los demás, pensábamos algunos.

Ahora dispone de cuatrocientos mil pavos, menos de la mitad de lo que olvidaron los carpinteros en casa de sus suegros, para irse de rositas. Dice el juez que no hay peligro de fuga. Pero, alma de cántaro, ¿adónde va a ir que esté mejor que aquí? A un país del Lejano Oriente, con el calor que hace y a riesgo de que le pique una culebra, no compensa. Aquí, con los suyos, sacando billetes de los rodapiés y los dobladillos de las cortinas, se vive bien. Dentro de cuatro días, entre finales de Copa y cocineros estrella, ya se nos ha olvidado todo, pelillos a la mar.

Cito a un sabio que dijo que lo extraordinario asombra al mediocre y lo cotidiano al genio. Yo, al menos, me admiro de lo cotidiano que se ha vuelto todo esto, con misales, eres y cientos de sapos de casos aislados. El Estado se diluye en la sinvergonzonería de las puertas giratorias, por arriba, por abajo. Será que soy un genio.

Pídanme un deseo, a ver.

Cartas

Número de cartas: 45165

Número de cartas en Mayo: 7

Tribunas

Número de tribunas: 2039

Número de tribunas en Mayo: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador