Ayuntamiento de Valdés: pocas luces (de Navidad)
Corren tiempos de ahorro. El calendario se empeña en marcar días de consumo, pero la crisis nos impone tiempos de ahorro. Hasta el cambio climático nos pide ahorro. Ha sido una Navidad diferente, las familias han tenido que apretarse el cinturón y los Reyes Magos, hacer más milagros que nunca.
No ocurre así en el Ayuntamiento de Valdés, donde lejos de fomentar el ahorro, se ha optado por un escandaloso derroche energético. La iluminación navideña, que es de lo poco que trae algo de luz al incierto futuro al que parecen estar condenados los valdesanos, ha sido en Luarca francamente sorprendente.
Adornando sus calles han lucido los arcos luminosos más cutres de la región. Y no por su anticuado diseño o porque llegaran a pocas calles y en reducido número. Lo verdaderamente inusual es que en tiempos de bombillas LED se sigan empleando las de toda la vida, las de máximo consumo (¡ay, si el ministro Sebastián lo viera!). Por si fuera poco, para mayor gloria consistorial, se dejan encendidas toda la noche (en cualquier ferretería es posible adquirir por pocos euros unos aparatos llamados temporizadores).
Corren tiempos de ahorro y, por suerte, una parte muy importante de las bombillas ecologistas se fundió con rapidez. A ellas se unieron algunos concienciados arcos de luces, que permanecieron apagados por completo durante todo el período navideño.
Corren tiempos de ahorro también en Trevías, que vivió unas oscuras Navidades, alejadas del sin igual espectáculo luarqués de iluminación navideña (afortunados ellos).
Corren tiempos también de mediocridad política local, donde los políticos no obran lo que predican, justifican lo injustificable y alcanzan cotas de jeta inimaginables. ¿Correrán algún día tiempos donde los ciudadanos exijan responsabilidad a sus dirigentes políticos?
Corren tiempos de ahorro, pero también corren tiempos de fiesta, ya es tiempo de celebrar el centenario de San Timoteo. Enhorabuena, una vez más, a la cofradía por ser estas Navidades de lo mejor de nuestro pueblo.
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