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El teatrillo de las purgas

10 de Junio del 2017 - Eduardo Fernández Quiñones (Grado)

Mirando a la historia, a la campana de Huesca, a las purgas de Stalin y a la noche de los cuchillos largos, el teatrillo montado por Podemos en esas sus truquimarias (primarias para los demás) no deja lugar a dudas del objetivillo del teatrillo.

Demos gracias a que, últimamente y gracias a que parece empezar un movimiento en contra del movimiento pro-neo-fascista o neo-con de Podemos, las criticas llovieron en racimo como las "banana bomb" yankees que hicieron el chiste del famoso juego Worms. Take this!

Así que el aparentar y hacerse purgas hacen poderoso al líder de la secta ante la idiocia de sus seguidores en vana esperanza de que las guerrillas mal arrejuntadas parezcan un frente a quienes nos oponemos al pensamiento uniforme y estulto.

Hay un problema añadido al teatrillo: los que quieren hacernos creer que el teatro es realidad y no la risa de un día. Echando mano a la historia, la nuestra y la de todos, parece que quienes están en contra de que seamos todos iguales y que crezcamos en la posibilidad de ser libres humanos y no esclavos al servicio del enriquecimiento sin tapujos, de la pasta sin escrúpulos y el que te eduque tu puta madre que me la suda el país con tal de morir rico y aparentar ser decente... Los mismos han sido siempre los que han propagado la idea de que el irracional y pujante sentimiento por el totalitarismo de los míos y la esclavitud mandando yo sea lo que es el enemigo del progreso.

A aquellos que queremos vivir y que nos dejen en paz. A aquellos que queremos que nos paguen en lo que vale lo que hacemos. A aquellos que queremos libertad en el país y el progreso del mismo y que sus gentes tengan acceso a la última educación, sanidad, técnica y a la investigación que pueda darnos la sinergia necesaria para ser líderes en algo, en abrir comercio, producto y satisfacción... A todos nosotros, ciudadanos, nación, motor y autoridad, nos venden los unos que el progreso es el avance de la economía o el sentimiento nacionalista y el engaño.

Así, el PP vende que el enemigo es el comunismo promulgado por Podemos. Como EE UU y todo su eje vendió que el preocuparse por los demás y por uno mismo era el comunismo vendido por Stalin. Cuando aquello era un imperio nacionalista, extremadamente racista, clasista, xenófobo, únicamente interesado en perpetuarse en el poder matando a quien se oponga y esclavizando al resto. Política esta promovida por nacionalismos en España y en el resto de países del estrecho mundo.

Y parafraseando la payasada del Apocalipsis: el que tenga inteligencia calcule el número de La Bestia.

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