Paisaje después de la Batalla (5)

Contra todo pronóstico (mediático, institucional, de las élites del partido) Pedro Sánchez ha sido elegido (nuevamente) Secretario General por la militancia de su partido. ¿Queda alguna duda después de esto, del divorcio que existe entre las bases del partido y sus cúpulas directivas?

A estas alturas y con los resultados tan contundentes (10 puntos de diferencia) caben muchas interpretaciones, conclusiones, lecciones que extraer, supongo que cada uno tendrá las suyas en virtud de sus querencias, filias, fobias, expectativas...por mi parte sugiero algunas:

1. Como homenaje al legítimo ganador creo es justo reconocer que éste ha sido el triunfo de la persistencia, de la lucha, del valor de saber resurgir de sus propias cenizas. Desde que se forzó su dimisión el pasado 1 de Octubre, de manera antidemocrática y antiestatutaria y con su posterior renuncia al escaño como diputado, Pedro Sánchez se quedó desnudo políticamente, con una mano delante y otra detrás retomó su andadura. Ello propició que los voceros del aparato (en la creencia de que estaba muerto) salieran en tromba a humillarlo, denigrarlo e insultarlo. Se abrió la veda. Uno de los más ácidos e hirientes fue el Presidente de Aragón, Javier Lambá ("Sánchez es un cáncer que le ha salido al PSOE y hay que extirpar")

2. Con ese escenario y esas heridas Pedro Sánchez debe intentar recomponer al partido. Se me antoja tarea casi tan hercúlea como el periplo para ganar las primarias, pero tendrá que hacerlo porque el rencor en política (como todo en la vida) no es buen compañero de viaje. Uno de los ejemplos más claros y más lamentables ha sido el de Eduardo Madina. Hombre brillante y con una historia política y personal que se granjeo el afecto y admiración de mucha gente (entre ellos yo mismo) pero que ha tirado todo su legado personal por la borda con su discurso irascible y faltón contra Sánchez. Todo ello consecuencia del ninguneo que éste ejerció sobre él después de las anteriores primarias.

Pero el toro más bravo que tendrá lidiar es con Susana Díaz. Lamentable, muy lamentable su discurso en la noche de las primarias. No tuvo ni siquiera la decencia, la elegancia y la educación de nombrar por su nombre al que a partir de hoy es su Secretario General y su rostro fue todo un poema en la foto post-recuento de resultados.

3. En cualquier caso Pedro Sánchez, ésta vez sale fortalecido no sólo por el resultado sino porque ya no será un Secretario General tutelado como lo fue en el 2014. Esta vez no ha sido elegido para guardarle el sillón a Susana Díaz. Es verdad que queda el Congreso del próximo mes de Junio, donde se tejerán los acuerdos y alianzas para la formación de los órganos del partido, pero su Ejecutiva Federal será más del gusto de su nuevo líder y no tendrá que soportar el aliento en la nunca de los "susanistas" que le condicionaban cualquier movimiento.

4. Los aparatos territoriales quedan muy tocados porque sus líderes regionales apostaron fuerte por Susana Díaz y llevaron demasiado lejos el rechazo (cuando no el insulto personal) hacia Pedro Sánchez. Sus militantes, los de sus propios territorios les han dicho no, les han desautorizado. Les han dicho que no están de acuerdo con ellos. Alguno probablemente por coherencia dimitirá y otros serán sustituidos en sus respectivos Congresos Territoriales después del Congreso Federal de Junio, pero no será nada fácil, en especial donde gobiernan (Castilla La Mancha, Asturias, Extremadura, Aragón). Las responsabilidades de gobierno actúan como freno a los cambios de líderes cuando se está en el ejercicio del poder.

5. Hace algún tiempo cuando empezaba a sonar el nombre de Susana Díaz, comenté en otro lugar que los dirigentes políticos del PSOE se estaban equivocando con ésta apuesta. Lo que vale para Andalucía no necesariamente vale para el resto de España. Andalucía tiene sus peculiaridades, su "cultura política" y un modo de entender la gestión pública que para nada es trasladable al resto de España. Las dificultades de encontrar un líder de consenso que supusiera el cambio generacional que el Partido necesitaba (Madina podía haberlo sido) les llevó a fijarse en la líder andaluza.

6. Los actuales "referentes históricos" del partido, una manera muy peculiar de llamarlos a los que siguen teniendo poder real en el partido, (Felipe González, Alfonso Guerra, J. L. Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba, José Bono...) si de verdad quieren al partido, deberían dejar de interferir en sus procesos internos y mantener una escrupulosa neutralidad. En éste proceso han perdido algo más que la dignidad...la vergüenza. ¡Cómo hecho de menos a Ramón Rubial!

7. A pesar de los desgarros, de la excesiva exposición mediática, el PSOE ha dado una lección de democracia interna y sus militantes un ejemplo de participación como ningún otro partido. Quizás ello le fortalezca ante la ciudadanía. Los hechos vergonzosos ocurridos en el Comité Federal del 1 de Octubre (*) dejaron al PSOE frente a sus electores bajo mínimos. Puede ser el inicio de su recuperación si hay la inteligencia necesaria para elaborar un discurso esperanzador y creíble.

Con una participación del 85 % de sus militantes en el proceso, el PSOE se coloca a la vanguardia de la democracia interna, ningún otro partido lo ha conseguido a pesar de que se blasone de ello. Si tomamos en cuenta que la votación se sigue haciendo a la manera tradicional, es decir, que los militantes tienen que acercarse a sus respectivas sedes en los pueblos y ciudades en las que militan. Las mesas se constituyen como en las elecciones generales (con interventores de cada candidato para garantizar la limpieza del proceso) con urnas y espacios para garantizar el voto secreto, la participación del 85 % es todo un hito.

Si éste proceso, por ejemplo, lo comparamos con lo que se hace en uno de los partidos emergentes, PODEMOS, que constantemente tiene a gala autodefinirse como el partido más participativo, la realidad no concuerda con los hechos. En su última consulta sobre la pertinencia o no de presentar una moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, el 82 % de sus militantes (inscritos) no participó y ello a pesar de las facilidades que da la organización para emitir el voto. Sin salir de casa, sólo es necesario un "clic" desde sus ordenadores o teléfonos móviles. Si revisamos los datos de participación en otras convocatorias el balance es más lamentable todavía, entre el 5 y el 15%, han participado en sus dos años de consultas o lo que lo mismo, entre un 85% y un 95 % se han desentendido.

Sólo caben dos explicaciones a éste triste balance de participación en un partido, cuyas señas de identidad, insistimos debería ser la participación viniendo de donde vienen: O los militantes "pasan" olímpicamente de la llamada de su líder o los datos de afiliación están inflados. En cualquiera de los dos casos sólo les cabe una profunda revisión y reflexión y no caer en el cinismo de los viejos partidos de decir blanco donde es negro: "Es un ejemplo de magnífica y amplia participación el que hayan votado 80.000 inscritos" Pablo Iglesias (de 450.000!!)