Quiebra de una aerolínea
El actual presidente de la CEOE Díaz Ferrán representa la cara más oscura del mundo empresarial. Sus comienzos en el transporte sobrevivieron a base de subvenciones de la Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular. Así la adjudicación de la aerolínea Argentinas, ex filial de Iberia, a través de la SEPI, se realizó en 2001 durante el gobierno de Aznar. Tras muchos avatares esta fue expropiada por el gobierno argentino. Pero durante ese período recibió 995 millones de euros para la compra de aviones y el pago de deudas contraídas, hecho denunciado por el Tribunal de Cuentas en 2006. La compañía Trapsa de autobuses madrileños fue puesta en venta a los dos meses de prorrogarle el contrato el gobierno autonómico de Esperanza Aguirre. Caja Madrid le concedió un crédito de 26.5 millones de euros, cuando son clarividentes las incompatibilidades entre ambos. Por último están las deudas con la Seguridad Social, de más de 16 millones de euros, arrastradas ya desde 1996. Por todo ello, resulta extremadamente difícil para nosotros, como intermediarios de los trabajadores, que alguien así actúe como interlocutor.
A mediados del pasado mes de diciembre presenta la quiebra de la aerolínea Air Comet, de la que es copropietario y presidente, situación irreversible y de la que era conocedor, a pesar de lo cual siguió adelante en una carrera defesenfrenda y sin salida, dejando a varios miles de usuarios de Hispanoamérica en una situación de desamparo y desprotección, siendo aún más terrible la solución de trasladarlos gracias al erario público. Lo pavoroso del caso son los millones de euros que gestionó sabiendo que no daría el servicio que prometía al vender un billete de avión a personas de escasos recursos, que tras mucho tiempo de ahorro, únicamente pretendían ver a sus seres queridos durante las fechas navideñas.
Se produjo un despido masivo de trabajadores de la aerolínea, toda la remuneración que percibió corrió a cargo del Fondo de Garantía Social (FOGASA), sin que el pusiera un solo euro de su bolsillo. Todo esto lo podemos afirmar con certeza, pues dentro del Comité de Empresa hay representantes de la Unión Sindical Obrera.
Ante el diálogo social, la representación de la patronal está deslegitimada. ¿Cómo podemos los sindicatos, en concreto la USO, creer en alguien de esta catadura moral?. Una persona que ha convertido unas prácticas empresariales basadas en el engaño, la falta de palabra, impagos a la seguridad Social y agentes privados en una norma de actuación común y habitual.
Díaz Ferrán, el presidente de la patronal, representa la cara más oscura del mundo empresarial
Individuos de este empaque moral, no deben ser admitidos en nuestra sociedad, ya que su forma de proceder pone en peligro cualquier atisbo de aunar esfuerzos entre todos, sindicatos y patronal, para salir a flote de la crisis en la que nos hallamos inmersos.
Durante la primavera de 2009 lo conocí en el Hotel Reconquista, invitado a unas jornadas de la FADE. En dicho acto manifestó que “la fuerte crisis que estamos padeciendo está ubicada en la cerrazón que mantienen los sindicatos y el gobierno, siendo únicamente factible para la salida de la misma la aplicación de una gran flexibilidad laboral (despido encubierto) que traería consigo una mayor contratación y a su vez una importante rebaja de los impuestos, sobre todo en la seguridad social y en el resto de impuestos que inciden en los gastos de empresa”.
Dentro de este contexto, el señor Díaz Ferrán es un empresario, a la vez que presidente de la CEOE, que cuestiona continuamente desde su perspectiva ideológica a la sociedad española, al gobierno legitimado por las urnas, acercándose a posiciones de defensa a ultranza de la derecha. Tenemos que recordar en este punto el buen hacer del primer presidente de la CEOE, Ferrer Salat, que en tiempos mucho más convulsos supo llevar a buen puerto, no sólo a sus empresas, sino a la propia organización que dirigía.
¿Qué exige entonces el señor Diaz Ferrán a los sindicatos y al gobierno?. Sencillamente la abolición del Estatuto de los Trabajadores, a pesar de que éste dista demasiado de aquel publicado en 1980, pues ha sufrido 11 reformas laborales, que lo han vaciado de contenido y ha sido recortado hasta límites inverosímiles en materia de derechos de los trabajadores.
Desde la USO de Asturias exigimos, en democracia, que este señor quede inhabilitado para el ejerció de cualquier cargo, político o público, pues individuos de este empaque moral, no deben ser admitidos en nuestra sociedad, ya que su forma de proceder pone en peligro cualquier atisbo de aunar esfuerzos entre todos, sindicatos y patronal, para salir a flote de la crisis en la que nos hallamos inmersos.
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