La Nueva España » Cartas de los lectores » De señoras y señores, de damas y caballeros.

De señoras y señores, de damas y caballeros.

3 de Junio del 2017 - Alejandro González Lada (Urbiés)

En otros tiempos el tratamiento de señor-a, estaba destinado a toda persona respetable, digna en comportamiento y apariencia, de cierta clase social. Con el paso del tiempo pasó a emplearse como un término de cortesía para dirigirse a alguien.

El tratamiento de dama, definido según R.A.E. como mujer noble y distinguida, o el de caballero al hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad, han quedado totalmente obsoletas, puesto que estos tratamientos de distinción, se están empleando arbitrariamente y no con arreglo a la actitud del sujeto-a.

Conozco muchos señores-as, bastantes damas y caballeros, pero curiosamente, ninguno de ellos tiene otro título que haber sido una persona honesta, trabajadora y humilde, por ese motivo me repatea, irrita y exaspera oír, ver y leer a medios de comunicación, que se permiten la licencia de usar ese tratamiento para dirigirse a ciertos personajes públicos. Da igual el ámbito al que queramos remitirnos, hablamos de personajes que lejos de merecer un respeto y un trato de distinción, no merecen más que los más contundentes exabruptos, pero claro, si tenemos en cuenta que quienes primero tendrían que mostrar su hastío, enfado y desengaño hacia estos "ilustres ciudadanos", comulgan con los medios y se abstienen de calificarlos como realmente se merecen, cosechamos lo que vivimos hoy en día: estupidez en grado máximo y sin vía de solución.

Tenemos de presidente del gobierno, al más inútil, estúpido e incompetente de entre todos los políticos habidos y por haber, aún así, va camino de la segunda legislatura. Todos-as habréis oído el tratamiento de señoría, señor, señor presidente, y tal y como vengo explicando, ese personaje no es merecedor de tal trato por razones obvias, no tendré que extenderme mucho para concluir en su apoyo férreo a la totalidad de políticos corruptos de su partido (partido o lo que sea...), o de su cobardía a la hora de dar la cara, o al insulto velado a la hora de explicar su nula inversión para la Ley de Memoria Histórica. Estas actitudes no son las propias de una persona a quien se pueda tratar como tal, de caballero, mejor ni hablar.

Si entramos el mundo de la judicatura, aquí creo que ya nos pasamos cuatro pueblos; eso de referirse a un fiscal, juez, o presidente de un órgano judicial, como excelentísimo señor-a, excelencia, por el simple hecho de ocupar un cargo, es tanto como apodar a Falete, por posar con unas medias, un pantalón corto y una camiseta, futbolista. Vamos a ver señores, estamos hablando de una institución básica y fundamental para que una democracia funcione como tal, cuando entendemos esta institución como el corralito o el lavadero donde movemos las fichas necesarias para que la justicia no alcance nunca al impostor, ladrón, corrupto o malhechor, señores, perdón, personajillos, ustedes no son merecedores, ni acreedores de tal tratamiento. Una persona que pretenda impartir justicia, debe interpretar la ley, ser una persona digna, respetable y por supuesto honrada, no puede estar sometida a unas siglas, afinidades políticas o enchufes, si permitimos esto, lo único a lo que contribuimos es a la prostitución de la justicia, tal y como estamos viendo hoy. Yo sigo sin conocer a personas honradas de este país, con dinero en Suiza o sociedades mercantiles en Panamá, sin embargo los medios de información siguen sin caparles esa distinción, lejos de tan solo intentarlo, vemos como quien no es merecedor de ocupar ningún cargo en el mundo judicial, recupera sillón y remuneración... más de 100.000 ... sueldo que pagaremos los excelentísimos-as señoras-es contribuyentes.

Voy a adentrarme en el mundo deportivo y sin vía de recuperación, veo al hincha enrabietado insultando a su rival, que se desgañita defendiendo a su ídolo millonario y yo mientras tanto observo atónito el cénit de la estupidez, la cima del rebuzno. Tú, el que no llega a fin de mes, o tu que vas lidiando como puedes el día a día, o tú que vives más holgado de tu pensión ¿vas a explicarme de donde sacas esa ira tan pueril, infantil, absurda, para defender a dos futbolistas que han defraudado más dinero del que tu podrás llegar a juntar aunque reúnas a todas las generaciones de tu familia?. No me seáis ridículos, tanta memez ya encabrona, ¿os dais cuenta de que en este país, cuando llegan emigrantes sin nada, los recibimos a pelotazos, pero disparados con fusiles y cuando llegan los millonarios, los aplaudimos, les pagamos, y seguimos idolatrándolos aunque estén robando los recursos que han de servir para mantener los servicios públicos que necesitamos?. Pues no, a la vista está, no veo a ningún hincha rasgarse las vestiduras por el robo de Messi o de Cristiano Ronaldo, hagan lo que hagan, no lo perciben como un robo a nuestras arcas, lejos de todo eso, algún periodista (¿periodista?...) se nos descuelgue en radio o en tv hablando de ellos como "caballeros".

Por supuesto que hay caballeros y damas, señoras y señores, pero por suerte o desgracia, no suelen salir por las televisiones, raramente los verás defendiendo una ideología pensando en el pueblo, difícilmente los verás en la prensa del corazón, como ya dije, es mucho más fácil encontrarlos en tu entorno. Por supuesto que en tu entorno también puedes encontrarte con tanto majadero-a como en los círculos a los que me referí, pero esos al fin y al cabo no pueden llegar a hacerte tanto daño, como estos otros.

Finalizo, por supuesto me salté otros privilegiados de esta democracia, que también me provocan bastante mal humor, pero eso compi-yoguis, ya es arena de otro costal y antes de que sobre mi caiga una condena, me reservaré para mis círculos más íntimos, mi opinión al respecto.

Cartas

Número de cartas: 45213

Número de cartas en Mayo: 55

Tribunas

Número de tribunas: 2040

Número de tribunas en Mayo: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador