El Gobierno pretende censurar internet
La nueva ley de Economía Sostenible, que el Gobierno del señor Zapatero se ha sacado de la manga, es, en realidad, una entelequia no que evitará el desastre, pero también es una ley del embudo donde caben unas cuantas fechorías del estilo que ya nos tiene acostumbrados la pseudoizquierda. Entre ellas destaca el apartado que, con el pretexto de defender la propiedad intelectual, da una vuelta de tuerca mas en la dirección de cercenar la libertad de expresión. En un ataque a la pluralidad que puede costarles muy caro, los socialistas pretenden establecer la censura en internet. Se dice que será un juez el que dictaminará, en última instancia, si se cierra o no una página web, pero se creará una comisión de expertos que decidirá las demandas a presentar y se da un plazo de cuatro días para bloquear al usuario de la red. La citada comisión será nombrada por el Gobierno, naturalmente. Tampoco parece razonable que exista una Justicia lenta (hay causas que tardan años en salir a juicio) para delitos mucho mas graves y, sin embrago, reine un excesivo prurito para meter mano a los internautas. No solo es perniciosa la filosofía de la Ley, también que esta permite establecer los mecanismos técnicos y administrativos capaces de bloquear páginas, blogs, etc, cuando el poder lo estime oportuno, no ante la demanda de un particular o una empresa, como únicamente sería cabal. Los usuarios de la red tendrán que acudir a instancias judiciales para poder abrir otra vez su blog, por ejemplo. Sentado el precedente, tendremos que exigir, del mismo modo, que se creen cientos de comisiones de expertos, bajo la tutela gubernamental, para defender a los ciudadanos de los múltiples delitos que nos asolan a diario. Pero, que nadie se engañe, la ministra Sinde trata de contentar a esa cohorte de artistas pesebreros, compañeros al fin y al cabo, que, en las campañas electorales, siempre piden el voto para el PSOE. Hay gente que hace decenios que no grava un disco y vive del dinero que este Gobierno roba a los ciudadanos. Porque, como bien saben ustedes, tenemos que pagar el canon digital al comprar algunos aparatos electrónicos, o un miserable CD o DVD, porque todos somos presuntos culpables de utilizarlos para reproducir música o cualquier otra cosa protegida por la propiedad intelectual. Esta gente no quiere comprender que son los propios periódicos los que digitalizan sus páginas de noticias y las publican, gratuitamente en Internet o que son muchos los cantantes que publican en la red sus discos para luego ganar dinero con los conciertos. Hasta el César va a pedir a Zapatero una subvención si en nuestro blog hablamos de los circos romanos.
No se meterán con el top manta (hay órdenes de hacer la vista gorda) porque ni a los pobres inmigrantes ni a las mafias que los manejan les van a sacar un céntimo, se trata de exprimir a los internautas para que Ramoncín, Víctor Manuel y otros individuos afines al nuevo despotismo, no precisamente ilustrado, vivan sin trabajar y se trata de empezar a controlar un espacio de libertad que es un peligro para los que piensan perpetuarse en el poder. Sería increíble que, en pleno siglo XXI, tuviéramos que volver a la octavilla.
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