Sanidad, ¿qué enmascara el retraso en la edad Jubilación?
Tal pareciera que tengo manía a los médicos ¡nada más lejos de la realidad! Es una de las profesiones que más respeto y admiro. Pero ello, no es óbice para que exprese mis inquietudes y críticas constructivas. Callarnos ante abusos e injusticias, es motivar a los caras duras, disculpar que sigan faltándonos al respeto por no hacernos merecedores de tal consideración.
Detrás de esta medida está la inoperancia general que venimos observando desde hace tiempo: después de huelgas y listas de espera vergonzantes (No para todos, para los pringados (pasa como con las crisis, la sufren unos, mientras otros acumulan más y más poder, influencia y riqueza a consta de aumentar la pobreza, la desigualdad y convertir en criados a los trabajadores) en esto de las listas de espera pasa igual: cuanto peor es la atención a los pacientes de a pie, más camino libre para cueles y enchufes) Lo cual, es desesperante repetirse, pero los que deben poner solución a listas de espera y la atención inadecuada, son quienes disfrutan del atajo para entrar por la puerta grande en los hospitales ¿Cómo van a solucionar nada? Si luego deberán esperar su turno como todo hijo de vecino.
¿Quién planifica, organiza y gestiona este sinsentido? ¿Cómo pueden así de repente, encontrarse que hay que retrasar la edad de jubilación de los profesionales porque quedaría en precario la atención? ¿O sea, ustedes no previenen esas circunstancias? Otra cosa fuera que nos encontremos que hay ciertos profesionales, especialidades y cirujanos difíciles de suplir. Aunque también de los buenos se aprende rápido, ya debieran tener alumnos avanzados y dispuestos para sustituirles ¡pero, no! de repente, con los miles de Médicos que están desempleados que debieran estar programados para coger la responsabilidad, de repente les apremia la carencia de médicos al jubilarse los actuales ¡cómo si todos se marcharan a la vez, en huida imprevista! Lo imprevisto es tener una administración tan innecesaria y unos consejeros, gerencias y mandos más dedicados a dejar pasar. ¿Cómo van a solucionar el problema, los mismos que lo causan? La verdad es que somos unos incautos de cuidado.
Pienso que los buenos profesionales debieran estar fuera de este dilema, que se jubilen cuando ellos quieran, pagarles un gran sueldo para que no se distraigan y se vean inmersos en este juego perverso (estamos hablando de la salud de las personas) de, por unos euros en su consulta privada, y seguir promocionando tal negocio a costa de la enfermedad, colar clientes, mientras otros esperan y desesperan su turno con tremenda incertidumbre, desesperación e impotencia.
Me decía un enfermo más: que después de un periplo de meses por hospitales, médicos y pruebas sin una solución a sus males, acudió al médico de turno en su consulta privada, ¡pues asómbrense! ¡Bueno, no! ¿Verdad que saben todos ustedes el resultado inmediato? En efecto, cuele al canto, por la puerta grande. De pena verdad, que profesionales de prestigio se vendan y casi trafiquen con la salud y la enfermedad, usando nuestra Sanidad de plataforma para su negocio. Todo delante de nuestros ojos, de los ojos de la administración. Sé que no asombro a nadie, todos hacemos uso y abuso de la prestancia de tales profesionales, que dándoles unos euros en su privada, nos tratarán con diferente y preferente ánimo y disposición. ¡Pena, penita pena; pena de verdad!
¿Todos los que complementan la privada con al publica son así? ¡NO! no me gusta generalizar jamás en nada, pero todos saben a qué me refiero: los que dañan la profesión, la Sanidad pública y muy especialmente complican el funcionamiento de nuestros hospitales.
No quisiera terminar, sin mandar un saludo enorme al Cirujano Lino Vázquez, por la excelencia y el trabajo bien hecho; un hijo es palabra mayor. Gracias.
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