Preaprobados por la Consejería de Educación
Cuando estudiaba mi carrera, allá por los años 80, se decía de un profesor universitario que sacaba listas de preaprobados: personas que sin asistir a clase o sin haberse presentado a exámenes tenían aprobada su materia… porque sí. Quiero suponer que era una leyenda urbana. Pero la última ocurrencia de la Consejería de Educación me hace pensar que las leyendas urbanas se hacen realidad.
Desde el mes de noviembre (más o menos), en el centro en que imparto docencia (y creo que en alguno más) estamos sin un profesor de Religión Católica. A pesar de las continuas solicitudes del equipo directivo, llegados a estas alturas de curso, seguimos sin él. Y toca evaluar la semana que viene.
Hace más de un mes que, desde los equipos docentes, venimos solicitando información, tanto a la Consejería como a la Inspección educativa, de qué va a pasar con el alumnado de dicha materia cuando haya que poner nota. Nos han dado largas de forma educada, y de forma menos educada. Hasta que por fin, el pasado miércoles, se nos informa de la decisión que se ha tomado al respecto: el alumnado de Religión Católica que ha estado sin profesor llevará su materia sin evaluar. No obstante, aquellas familias que hayan elegido la opción de que sus hijos cursen la materia alternativa, Valores Éticos, verán que sus hijos sí llevarán la calificación obtenida. De este modo, el alumnado al que yo he dado clase de Valores Éticos va a padecer una doble discriminación: no sólo han estado trabajando todo el curso una materia más que una parte de sus compañeros (que han podido utilizar el tiempo de Religión para trabajar sus otras asignaturas), sino que la nota de Valores Éticos les contará para la media final. El alumnado de Religión estará, por orden de la Consejería, preaprobado.
Supongo que nuestros dirigentes han tenido a bien informar a las familias afectadas de este cambio de última hora. Yo, como profesora implicada, les he escrito cuatro correos solicitando me resuelvan una serie de dudas, y no he obtenido respuesta. Así que las planteo en prensa, a ver si así alguien me las soluciona.
Llevar la materia sin evaluar, ¿significa, como parece ser, que está aprobada? Porque esto supone que el alumnado que ha cursado Valores Éticos tendrá que examinarse de ésta en septiembre si no la ha superado, mientras que no se dará el caso en el alumnado de Religión.
En el caso de que haya dos alumnos, uno valorado sobre nueve materias y otro sobre diez, que quieran cursar el mismo ciclo formativo, donde la nota media cuenta para el acceso, ¿cómo se solucionará la diferencia?
Cuando los profesores, en septiembre, tengamos que decidir la titulación o no de algún alumno, ¿qué pasa con un alumno que tenga tres materias suspensas, si una de ellas es Valores Éticos? Porque la ley nos obliga a considerar la madurez y el trabajo de un alumno, para decidir su titulación, cuando le quedan dos materias. Por tanto, parece ser que con dos y Religión podría titular, pero con dos y Valores Éticos repetiría.
Por último, quiero desde aquí agradecer a la Consejería, que ni siquiera se ha dignado contestar a mis correos, que valore el esfuerzo del profesorado de Filosofía y del alumnado de Valores Éticos como debe valorarse. Por un lado, obligando a los profesores a recapacitar sobre cómo calificar el trabajo de nuestro alumnado, a sabiendas de que nuestra nota puede favorecer o perjudicar una media en situación de injustificada desigualdad frente a otro alumno. Por otro, colocando al alumnado en una situación de indefensión total ante una decisión absolutamente arbitraria, sin justificación ni explicación ninguna, tomada a última hora, y casi en secreto.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo