Vuelve la burra al trigo
Vuelve la burra al trigo
“La religión bien entendida protege el cerebro” (Joaquín Fuster, psiquiatra y neurocientífico). Mal la debe de entender el trío Antonio Rico cuando otro psiquiatra, el doctor García Prieto, le diagnostica en LNE del 9 de junio “cierta psicopatología, entre la neurosis obsesivo-fóbica y la psicosis paranoica”. El conjunto Antonio Rico encontró en el insulto recurrente a los cristianos el recurso idóneo “pour défrayer la chronique”.
“Antonio Rico está formado por José Manuel Errasti, Juan Jesús Alonso y Basilio Tomás Aramburu” (Tribuna Ciudadana). Tres profesionales de la enseñanza pública y periodistas amateurs que, como tales, actúan (y sobreactúan) al unísono tras el biombo “Antonio Rico”. “Todo creyente es un radical”, titulaban su columna del pasado 6 y, para ir haciendo boca, abrían el texto con esta mesurada afirmación: “Lo raro no es que haya creyentes religiosos radicales (yihadistas). Lo raro es que haya creyentes religiosos no radicales”.
Establecida la ecuación entre religión y radicalidad que hace de todo creyente un terrorista potencial, Antonio Rico proclamaba: “Hace falta que los Estados que luchan contra este fenómeno (el yihadismo) abran también este frente y desplieguen el mayor aparato propagandístico jamás visto en defensa del pensamiento racional y el ateísmo, que alcance la mayor penetración posible, que se implante hasta el mismísimo tuétano del sistema educativo”.
Poco importa que la libertad religiosa esté protegida por el artículo 16 de la Constitución y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El sentimiento religioso debe ser erradicado como una peligrosa pandemia y sustituido por la “racionalidad atea” que traerá la paz universal.
Ahora que tantas fobias están penalizadas por la corrección política, AR exhibe una fobia avasalladora contra una comunidad que se declara mayoritariamente cristiana. ¿Qué pasaría si en estos días del Orgullo Gay tres periodistas reclamaran la acción del Estado para extirpar “hasta los tuétanos” las tendencias homosexuales de un porcentaje minoritario de la población? La infancia y los adolescentes deben ser protegidos de abuso. De todo abuso. La propuesta de una movilización del “aparato propagandístico” del Estado “que alcance hasta el mismísimo tuétano del sistema educativo” es de una violencia aterradora. Si eso no es terrorismo ideológico, que venga Dios y lo vea.
“La defensa de una religión moderada contra la violencia religiosa es tan ridícula como la defensa de un machismo moderado contra la violencia machista”. Puesto que hay gente que conduce borracha, habría que establecer la Ley Seca; puesto que hay crímenes sexuales, habría que eliminar el sexo y la sexualidad; puesto que hay vascos etarras, habría que acabar con los vascos. Muerto el perro se acabó la rabia. Así de fino hilan los Rico.
Meter en el mismo saco a los cristianos coptos (una minoría culta y pacífica de la población egipcia) con los musulmanes yihadistas que los están matando de cuarenta en cuarenta denota una carencia tan supina de discernimiento y de empatía que se adentra en el territorio inhóspito de la indecencia. ¿“Neurosis fóbica”, “psicosis paranoica”? O simplemente unos panfletarios broncos de tres al cuarto. Tal vez falaces y faltones por faltosos (que debe de ser la versión bable de fatuos).
Ramón Alonso Nieda, profesor de Filosofía, Arriondas
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