Formas y colores
Las formas y los colores en nuestro alrededor han cambiado poco a poco, consiguiendo que los ojos se nos llenen de ese colorido, sobre todo si nos fijamos en las estanterías de las verduras, pero sobre todo en las de las frutas. Las formas perfectas de todo tipo de frutas, los colores fortalecidos y brillantes, como si les acabasen de sacar brillo, o bien les hubiesen echado una buena capa de barniz, su ubicación y su colocación invitan a que cuando pasemos a su lado, se nos apetezca comprar algo de esa fruta tan bella.
El verdadero problema, surge cuando al llegar a nuestras casas y nos disponemos a degustar esas manzanas brillantes, esas uvas perfectas, o bien cogemos esos bellos tomates para preparar una buena ensalada, y nos disponemos a probarlos, tu tersura, su piel no es la misma, su sabor no es el verdadero, es más, no tienen sabor, no saben a nada de lo que nuestro paladar esperaba, el motivo vamos descubriéndolo poco a poco. Hoy en día, tenemos frutas y verduras en todas las épocas de año, debido a los invernaderos, los injertos y estudios que se les realizan para su más larga duración, y bella presentación, reducen totalmente el sabor, la congelación de los productos, para favorecer el transporte y almacenaje, contribuyen a lo mismo, estudios realizados, nos demuestran que solo un 10%, tienen su sabor original.
Los tenderos o fruteros con sus informaciones nos dan un perfecto conocimiento de todas las frutas y verduras de las que dispone, siempre con un buen criterio, lo mismos da comprar lo más caro que lo más barato, el sabor se perdió por el camino. Yo les pediría a esas gentes que estudian y transforman la genética de los productos, que dejen a un lado las bellas formas y los bellos colores y volvamos a los sabores, como los que antiguamente apreciábamos el morder una manzana, o un buen tomate en una ensalada.
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