La Nueva España » Cartas de los lectores » El candidato en su laberinto

El candidato en su laberinto

29 de Junio del 2017 - Marisa Lozano Luján (Oviedo)

Ha venido a mi memoria, a cuenta de la “muerte y resurrección” de Sánchez y por ende del PSOE, un pequeño recorte periodístico que aún guardo desde hace al menos 30 años... A modo de microrrelato, más que de artículo en sí mismo, el firmante (un tal Copérnico) describía con espeluznante realismo cómo el pueblo de Jerusalén había pasado en apenas una semana (la que va del Domingo de Ramos al de Resurrección) de acoger, alabar y exaltar la figura de Cristo a crucificarlo sin contemplaciones. Habla el texto de lo voluble del personal, de lo inconstante del carácter humano. De que no se podía culpar ni a las manipulaciones de la prensa ni a las agencias de información de aquel cambio de opinión tan drástico. Y que si eso fue así tal y como relatan los textos, Cristo, además de crucificado, debió morir también de asco.

El ser humano es “asín”... (digo yo, no decía él)... veleidoso, caprichoso, frívolo, cambiante, antojadizo, inconstante, inestable.

Necesita líderes a quienes seguir y, sin embargo, necesita recordarse de vez en cuándo que tiene el poder de decidir, de una forma u otra cuándo, cómo y a quién elevar a los altares de la mayoría absoluta o bajar al infierno del Grupo Mixto.

A Sánchez lo crucificó su propio partido, presuntamente. Y lo han resucitado las bases del mismo partido. Sin presuntamente después de su personal peregrinaje casi, casi, puerta a puerta de sedes locales.

Y yo que no daba menos de 10 años de uci con alguna que otra reanimación cardiopulmonar al PSOE después de la segunda convocatoria de elecciones, tengo que admitir que ha pasado de cero a cien en menos que cargas una adrenalina en bolo. Y que según las últimas encuestas de intención de voto, amenaza con pedir el alta voluntaria y salir andando por su propio pie de la izquierda hospitalaria política.

Y las encuestas no mienten... Ni los encuestados... Doy fe de ello por mis cuatro años como entrevistadora para estudios de opinión en vísperas de elecciones o no...

La gente, el pueblo, la masa (Copérnico dixit), presuntos votantes todos, te cantan hasta la “Traviata” si es necesario. Opinan, califican y descalifican a los candidatos, se quejan de sus gestiones y acciones de gobierno. Y además exigen que su queja quede reflejada.

Pero miedo me da pensar que, una vez llegados a pie de urna, el personal vuelva a aquel Jerusalén de hace más de 2.000 años y Sánchez pase de la exaltación a la definitiva condena y crucifixión política. Y ahí sí que no habrá Dios bendito que le salve.

Porque una cosa es una cosa... Y otra cosa son dos cosas. Una cosa es dirigir un partido político y otra dirigir un país, por muy alto, guapo y bien hablado que sea.

El “INRI” clavado a la cabecera del madero vendrá dado por aquellos que formaron la gestora y ahora se sientan pacientemente a las puertas de Ferraz a esperar acontecimientos y con ellos a ver pasar el cadáver de su enemigo... Políticamente hablando, claro está.

Pero en todo caso, Sánchez, como Cristo, ya ha pasado a la historia por su muerte y resurrección.

Ahora nos queda saber si igualmente ascenderá a los cielos para gloria y salvación de sus discípulos y votantes.

En un sinvivir viviendo me encuentro, lo confieso.

Cartas

Número de cartas: 45965

Número de cartas en Septiembre: 69

Tribunas

Número de tribunas: 2084

Número de tribunas en Septiembre: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador