Trabajar sin descanso
Durante el verano las aguas mansas del Estrecho se echan a dormir la siesta, lo que deriva en la esperada oleada anual de pateras, de no estrechar la vigilancia marítima. Casi cuatrocientos inmigrantes han entrado en nuestro país en las últimas 24 horas. A este paso vamos a batir el récord "Guinness" y hacer estallar todos los registros anteriores mientras permanecemos impasibles, a verlas venir. Aquí no cabemos más, y, además, se están deteriorando, seriamente, nuestras condiciones nacionales de trabajo. La Inspección de Trabajo reclama 2,6 millones a una firma multiusos sevillana, por contratos abusivos a camareras de pisos, para evitar pagar altas cuotas a la Seguridad Social. Las camareras, en perenne formación, haciendo camas de hoteles, les han hecho la cama. Tras el fuego que arrasa estos días al país vecino, Portugal, siempre quedan los rescoldos encendidos. Por un trabajador portugués, que denunció a sus empleados, por hacerle trabajar sin descanso más de seis días nos enteramos, según la decisión del juez, que desafía los preceptos y los más elementales dictados divinos, que tu jefe puede hacerte trabajar hasta doce días seguidos, ininterrumpidamente. Y al sexto día no descansó. Pateras, de no estrechar la vigilancia marítima.
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