Pagas extra de los pensionistas
Estos días no deja de comentarse en los medios, aparte de las “mordidas” del partido gobernante, el famoso crédito que ha pedido el Gobierno para abonar la paga extra de verano a los pensionistas.
Da la impresión, por algunos comentarios, de “lo generoso” que es el señor Rajoy al pedir un préstamo –que se añade a la escandalosa deuda pública– para que los jubilados, jubiladas y pensionistas no quedasen sin la “paguina”.
Hay que decir bien alto que el carácter de extra es falso. Este país por tradición franquista divide en catorce pagas tus retribuciones de rentas del trabajo, cuando en la mayoría de Europa se hace en doce mensualidades.
Lo que nos corresponde como pensionistas es el total anual producto de tus cotizaciones a la Seguridad Social, calculadas hasta ahora en los últimos quince años de cotización y que luego te lo dividen en catorce como lo podían hacer en doce, como ya viene ocurriendo con muchos asalariados o cuando estás de baja por enfermedad.
No se trata de ninguna gracia del gobierno de turno, obsequiando a los que no estamos en activo con un premio de dos pagas extra anuales. Para evitar malas interpretaciones tendremos que pedir que nos lo abonen en doce plazos, aunque supongo que los grandes almacenes no estarán de acuerdo.
Cuando por una gestión nefasta de las políticas de contratación de nuevos empleos –para maquillar las cifras de paro– se está originando un déficit en la Seguridad Social que nos lleva a revisiones del 0,25% de por vida, si no se tumba la reforma de pensiones –ahí os quiero ver fuerzas de izquierda– y utilizando el Fondo de Reserva caprichosamente sin estudiar otras alternativas, no se puede presumir de cumplir con las pagas extra pidiendo un crédito.
Que nadie caiga en la tentación de realizar ajustes como ocurrió en Grecia o Portugal. Nuestras pensiones siguen estando la mayoría por debajo del salario mínimo –de los más bajos de la zona euro– y necesitan una subida de las mínimas para sacar de la pobreza a muchos mayores y sus familias.
Ahora que se conmemoran con ceremonias rimbombantes los cuarenta años de democracia, acordaros del principal protagonista de la transición, el pueblo, porque cada vez quedan menos.
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